miércoles, 17 de junio de 2009

Round 16: 10 Millas Madrigueras

Recuerdo que en la edición del 2008 lo pasé bastante mal en esta carrera. Era pleno verano, a una hora no demasiado tardía por la tarde, y hacía calor. Mucho calor. También recuerdo que España jugaba uno de los partidos de la priemera fase de la eurocopa, creo que contra Suecia. Y que el pueblo se encontraba dividido entre animar a los corredores y ver la televisión. Eso sí, cada vez que uno de los dos equipos marcaba, todo el mundo se daba cuenta por los gritos desatados en cada callejuela.
Este año no jugaba la selección (lo hacía al día siguiente en el torneo ese que nadie sabe como se llama ni quién lo juega), pero seguía haciendo mucho calor. Tanto es así, que Protección Civil recomendó a la organización del evento retrasar media hora (de las 19 a las 19:30) el pistoletazo de salida. Pero aún así, el calor persistía. Por lo que pude ver en algún termómetro callejero, la temperatura ambiente sobrepasaba los 34ºC.
Pero este año no he sufrido tanto como lo hiciera el año pasado. La razón es sencilla: salí a correr con una contractura y no forcé en ningún momento. Simplemente me dediqué a disfrutar del paisaje y realizar un entrenamiento a un ritmo medio.
La cuestión es que me situé en la parte trasera del pelotón en la línea de salida, pues tenía pensado salir despacio y no quería molestar al resto de corredores que suelen salir a saco paco. El primer kilómetro fue una toma de contacto con la carrera para ver las sensaciones que mi contractura arrojaba. Al ver que todo iba bien, decidí ir subiendo poco a poco el ritmo para encontrar sensaciones y ver como se comportaba la pierna. Y todo fue bien hasta llegar a un ritmo máximo en el que la pierna empezaba a dar pequeños avisos. Y como chico aplicado, me tomé dichos avisos muy seriamente y bajé de nuevo el ritmo hasta cotas más cómodas.
Sin duda, la mejor parte de esta carrera ha sido el ver el pelotón desde su parte trasera, ver el esfuerzo de cada corredor dando su máximo, luchando contra el calor, el aire, la inclinación del terreno, etc. Casi me daba vergüenza el ir entrenando y pasar a la gente como si fuese montado en bicicleta. Para darse una idea de este hecho, debí salir sobre la posición 400 y llegué a meta sobre la 100. La carrera fue un continuo adelantamiento de corredores, lo que moralmente a mí me supo a gloria. Pues no hay mejor motivación que ver que vas más fuerte que el resto y que prácticamente no necesitas realizar un gran esfuerzo para progresar.
Resumiendo, ha sido una carrera extraña por la forma en la que la he competido pero bastante gratificante al final. Pues aunque esta carrera me ha retrasado en la clasificación del circuito, al final del año me aportará unos puntitos que van a venir muy bien para mantener o ganar puestos.

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