sábado, 20 de diciembre de 2008

Post Épico: las fotos de la batalla de las Termópilas

Bueno, lo prometido es deuda. Aquí van unas cuantas fotos de la San Silvestre celebrada el 18 de diciembre en la Universidad Politécnica de Valencia.
Estas fotos se las dedico a todos aquellos que dijeron que no habría "eggs" a vestirse así, y que se rajaron a última hora. A ellos y todas las fans que parece hemos hecho, pues según me cuentan, los dos espartanos fueron la comidilla del día en la universidad el día siguiente a la carrera.
Nada, si alguna fan quiere conocerme, estoy disponible :-)

En esta foto vemos a Leónidas seguido de cerca por su fiel Aristodemo

Esta foto demuestra que el equipo de atletismo siempre da la talla. Y la nota también.

A falta de la "enfermera", los atrevidos que se disfrazaron en esta primera edición de la San Silvestre.

viernes, 19 de diciembre de 2008

I San Silvestre Solidaria UPV 2008

Ayer jueves se celebró una carrera benéfica en la universidad cuya recudación se va a donar, junto con los premios obtenidos por la sección de atletismo durante este año, a una entidad benéfica.
Cierto es que en estas fechas muchos alumnos ya han comenzado sus vacaciones y, por tanto, ya deben de estar en sus localidades de origen. Pero a pesar de ello, se consiguió reunir a cerca de 300 personas, que completaron los algo más de 3km de que constaba la prueba sin problemas.
El único pero que le quiero poner a la carrera, dado el carácter lúdico-festivo que caracteriza todas las San Silvestres, es la escasa afluencia de personas disfrazadas. Según pude contar, había 7 personas "dando la nota": la enfermera, Elvis, el del homenaje a los éxitos del deporte español, mamá Noel, el superhéroe sin identificar y, por supuesto, los dos espartanos, que no sólo dieron espectáculo de principio a fin, sino que obligaron a postponer la carrera durante cerca de 10 minutos porque llegaron tarde.
Esperemos que el esfuerzo de estas 7 personas haga que en próximas ediciones la gente se anime a participar aún más de la fiesta que supone este tipo de actos.

En el terreno personal, tengo que estar orgulloso de esta carrera, pues ha supuesto mi primer trofeo como corredor:
Y eso que mi clasificación fue más bien mediocre, pues no salí a competir. Pero la organización de la prueba supo apreciar la calidad de mi disfraz. ¿A que no adivináis cuál era? En cuanto tenga fotos, las publico.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Resumen del 8º Circuito Diputación

Parece que fue ayer cuando vi el anuncio del 8º Circuito Diputación en una tarde de paseo bastante fría frente a la entrada principal de la Diputación de Albacete. Pero ha pasado prácticamente un año y aquella locura invernal que fue el apuntarme a eso de veintitantas carreras por los pueblos la provincia ha concluido de una manera bastante satisfactoria. Y es que ayer mismo asistí al acto de clausura de y de entrega de premios en el que se dieron cita la mayor parte de los corredores que han tomado parte en el circuito (así como de sus parejas, hijos, padres, madres, etc…). Fue un acto entrañable que contó con un invitado de auténtico lujo: Mariano Haro. ¿Qué no sabes quién es Mariano Haro? Entonces no tienes ni idea de atletismo. Resumiendo (pues tengo el firme propósito de escribir un artículo sobre él algún día de estos), es al atletismo, lo que Induráin al ciclismo: simplemente el mejor atleta español de la historia. Cierto es que cuenta ya con 68 añazos y tan sólo los más veteranos recuerdan sus hazañas allá por los años 60 y 70, pero su currículum es harto increíble. Y además es un cachondo mental con mucha labia, pues sin lugar a dudas fue el auténtico animador de una gala algo larga y aburrida.

Volviendo al tema que nos trae a este artículo, se cierra una temporada que ha sido la de mi “alternativa” atlética, ya que antes del año 2008 no había corrido más que un par de San Silvestres de poco más de 6 km cada una. Este 2008 ha traído un calendario realmente cargado de carreras para todos los gustos: en llano, en montaña, en invierno, en verano, en primavera, en otoño, por la mañana, por la tarde, cortas, largas, …. A las 20 carreras que he completado en el circuito, hay que sumar las que he realizado en la vecina tierra de Valencia: tres medias maratones, una maratón y un campeonato provincial de cross. En total, las estadísticas de esta temporada se pueden resumir en:

  • 1 Maratón (Valencia): tiempo más que aceptable de 3:04:26.
  • 8 Medias maratones (Sagunto, Villarrobledo, La Roda, Canals, Tobarra, Albacete, Almansa y Valencia): la mejor marca obtenida de 1:19:23
  • 16 carreras entre 8 y 16 km (Elche de la Sierra, Casas Ibáñez, Alpera, Abengibre, Madrigueras, San Pedro, Munera, La Gineta, El Salobral, Fuente Álamo, Villamalea, Tarazona de la Mancha, Pozocañada, Chinchilla, Hoya-Gonzálo y Utiel).

De las 8 carreras restantes del circuito, tengo una pequeña espina clavada por no haber podido realizarlas, pero una lesión bastante inoportuna a la vez que persistente, bodas varias y compaginar el calendario de carreras valencianas ha hecho del todo imposible cumplir el calendario completo. Tan solo espero que este año que está por venir me permita cumplir con el máximo número de pruebas (y realizar el circuito completo será toda una hazaña, pues en 2009 se incrementará de 28 a 34 carreras).

Pero echando la vista atrás y a la clasificación general (23 en categoría, 79 en la general), tengo que darme por satisfecho del trabajo realizado (recordemos que era mi primer año compitiendo) y de la progresión sufrida en mis ritmos de carrera: de la primera carrera en Sagunto a un ritmo aproximado de 4:26 min/km, a los 3:46 min/km de la última media maratón de Valencia. Pero no sólo los ritmos han mejorado, sino que todas las carreras realizadas me han servido para aprender (y mucho) cómo se ha de correr, qué estrategias utilizar y, todo hay que decirlo, qué errores debo evitar (que no han sido pocos).

Se que todavía no es momento de plantearse objetivos para el año que viene, pues para ello debería realizar un calendario de carreras y valorar aquellas que debería correr, pero lo que sí es cierto es que para el año que viene quiero intentar meterme en la zona noble de la clasificación y, por qué no, intentar entrar en el podio final. Pero tal y como he dicho, todo esto habrá que compaginarlo con la maratón de Valencia, el circuito diputación valenciano, el campeonato de España de media maratón, los 101 km de Ronda (está es una locura que me apetece, pero que posiblemente me obligue a perderme varias carreras del circuito de Albacete), así como otras carreas que puedan surgir.

No sé qué deparará el futuro, pero espero que sea todo lo bueno.

Nos vemos en el circuito 2009!!!!

martes, 18 de noviembre de 2008

Me estoy implicando demasiado...

La verdad es que hay que hacer las cosas bien, pero sin pasarse. Como ya comenté en mi anterior artículo, la Media Maratón de Valencia me salió muy por encima de mis expectativas, hasta el punto de rebajas en más de 5 minutos mi mejor marca hasta ese momento. Estos días, he recibido felicitaciones de compañeros y amigos, aunque realmente no considero que sea una proeza digna de tales felicitaciones.

Pero al llegar hoy al entrenamiento diario, me he encontrado con felicitaciones adicionales. Al principio, me he quedado bastante perplejo, pues no tenía ni idea de por qué la gente estaba haciendo eso. Hasta que el entrenador me ha dado la buena nueva: “enhorabuena, con la marca del domingo has conseguido la mínima para asistir al campeonato de España de media maratón”.

Cuando empecé a correr no pensaba ni por asomo que llegaría a encontrarme en una situación así: yo solo pensaba en hacer deporte y pasármelo bien. Pero parece que el entrenamiento está dando su frutos y he mejorado más allá de lo esperado.

En fin, que habrá que añadir una nueva cita al calendario de competiciones: el 19 de Septiembre no vamos a Motril (Granada).

domingo, 16 de noviembre de 2008

Media Maratón de Valencia

Bueno, ya estamos de vuelta a las carreras. Tras mes y medio de respiro competitivo, hoy domingo se celebraba la media maratón de Valencia. Esta es una carrera en la que he puesto muchas ilusiones, pues supone la primera carrera de pretemporada (si, como los equipos de fútbol, en atletismo también se hacen pretemporadas, ya que la temporada comienza oficialmente en noviembre), la primera carrera con ficha federativa (si, he cometido la locura de federarme) y la primera carrera con táctica de equipo. Y es que también soy oficialmente integrante de la sección de atletismo de la Universidad Politécnica de Valencia.
La mañana amanecía algo fresca: 6 grados a las 8:30 de la mañana, aunque poco a poco la temperatura fue subiendo y durante la carrera fue bastante agradable. La salida estaba emplazada frente al tinglado 4 del puerto, en medio del pit-lane del Street Circuit (aunque pocos bólidos había por allí). El recorrido de este año ha sido diseñado para recorrer en los primeros cinco kilómetros y en los últimos 5, el trazado del circuito de fórmula 1 (vamos, como todos los saraos que se organizan en Valencia últimamente, que hay que amortizar el pastón que ha costado). El recorrido completo es el que se muestra a continuación:

La primera sorpresa del día es ver que a los del equipo nos han posicionado en el cajón de salida de los atletas de élite, con lo que salimos en primerísima línea entre los morenos (aunque los hemos perdido de vista rápidamente). Entre todos, acordamos salir a un ritmo de 3:50 para hacer un tiempo total alrededor de 1:20:00. La táctica no sale mal, pero durante el primer kilómetro vemos como nos pasan cientos de corredores. Sin embargo, no nos picamos por ello y mantenemos el ritmo. Poco a poco la carretera se va limpiando de gente y los atletas se van agrupando en grupos de 10-12 corredores. Con nuestro ritmo constante, vamos cogiendo dichos grupos y adelantándolos poco a poco. Así prácticamente durante los 12 primeros kilómetros, punto en el que unos de nuestros compañeros sufre un tirón y se queda atrás.
De repente me veo sólo en un grupo que marcha a 3:40 y veo que el último de mis compañeros anda unos 20 metros detrás mío. Por más que bajo el ritmo, no consigue cogerme y, en el kilómetro 15 decido que es hora de ir hacia adelante y tratar de mejorar tiempo. Afortunadamente, mi estado de forma (que es el mejor en mucho tiempo) me permite hacer esos últimos 6km en ritmos de 3:40, de manera que llego el primero del poli en un tiempo cercano a 1:19:15 (todavía no se han publicado los resultados oficiales), bajando en más de 5 minutos mi mejor marca hasta la fecha (lograda en Villarrobledo en 2007).
Resumiendo, mi mejor carrera hasta la fecha. Y que no sea la última.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Maratón de New York

Hoy ha sido un gran día. No porque Hamilton haya ganado el campeonato del mundo de Formula 1 (menudo “Timo” de carrera :-p), ni porque el Albacete haya ganado y esté a 2 puntos del ascenso a primera división (me niego a llamarla Liga $$$$), ni porque el glorioso atleti vuelva a ganar y ya esté en posiciones de Uefa. Hoy ha sido un gran día porque se celebraba la Maratón de New York. Y no ha defraudado para nada.

Desde un principio, había dos grandes favoritos para la victoria final en las categorías absolutas masculina y femenina: el keniata Paul Tergat y la británica Paula Radcliffe. Ésta última no ha fallado (gana prácticamente todas las maratones que corre, salvo que sean en olimpiadas, que siempre abandona) y ha conseguido su tercera victoria en esta prueba. Desde mitad de carrera ha impuesto un ritmo demoledor que tan sólo la rusa Petrova (ojo, 40 tacos y corriendo una maratón a gran nivel) ha podido aguantar durante unos kilómetros. Al final, se ha impuesto en línea de meta con un tiempo de 2:23:56 sacando cerca de 2 minutos (2:25:43) a la segunda clasificada (la anteriormente comentada Ludmila Petrova). Les ha acompañado en el podio la americana Kara Goucher con un tiempo de 2:25:53.

En la categoría masculina, la nota predominante durante la primera mitad de carrera ha sido la igualdad: un grupo bastante numeroso, de cerca de 20 corredores ha pasado por la marca de la media maratón con un ritmo discreto de 3:08 minutos por kilómetro. El espectáculo ha llegado en los últimos 10 kms, donde el gran favorito (Paul Tergat) ha tenido una pájara bastante notable y ha ido perdiendo tiempo hasta llegar en cuarta posición en un tiempo de 2:13:10. La gran sorpresa ha sido la del brasileño Marilson Gomes Dos Santos, que con unos últimos 10 kms espectaculares ha conseguido descolgar a sus hasta ese momento compañeros en cabeza, y se ha impuesto en meta con un tiempo de 2:08:43. El segundo, el marroquí Abderrahim Goumri, ha llegado a 24 segundos (2:09:07) y el tercer clasificado, el también keniata Daniel Rono, ha conseguido una marca de 2:11:22.

En las categorías de silla de ruedas, no hubo sorpresa y los campeones del año pasado han repetido victoria. Chapó por Fearnley y Hunkeler. Y por el resto de atletas en silla de ruedas, que en mi opinión tienen mucho más mérito que los maratonianos no impedidos.

Pero me gustaría hablar de esa gente que no queda en las primeras posiciones, y que posiblemente no saldrá en muchos periódicos ni se hablará de ellos en programas de radio y televisión. Me refiero a esos atletas que simplemente corren por el placer de correr y no compiten por la clasificación general. Me refiero a esos casi 40.000 atletas que han poblado las calles de la gran manzana durante esta mañana pre-electoral de domingo y han completado los más de 42 kms de los que consta la carrera. Un aplauso para ellos.

Sin embargo, la vena patria me obliga a hacer una revisión de los paisanos corriendo por aquellas tierras. He conseguido contabilizar un total de 8 albaceteños en la maratón, entre los que ha brillado un tal R.M.M., (que pasa por ser familia mía, cosa de la que me enorgullezco), que ha conseguido un muy meritorio tiempo de 2:32:42, acabando en la posición final 52, lo cual que ha valido para ser el segundo español (de 745 participantes) en la clasificación general. En una conversación con él este pasado verano, me confesaba que quería hacer una marca por debajo de 2:26:00, lo cual está realmente bien, pero también me comentaba que jamás había corrido una distancia tan larga: sí, era su primera maratón y la ha superado con nota. Lo cual me deja en muy mala situación, porque si alguna vez corro está carrera (y pongo a Dios como testigo que algún día la correré) me veré obligado a mejorar esta actuación.

Pero claro, digo esto desde la envidia (sana) que me corroe en estos momentos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Hace el mejor tiempo en una maratón, pero NO GANA!!!!!

El título es bastante descriptivo por sí solo. No obstante, el resto del post es una traducción resumida del artículo publicado por el San Franciso Chronicle el pasado día 21 de Octube. El texto original está en este enlace.

Había más de 20.000 corredores en la Maratón Nike Femenina de San Francisco (celebrada el 19 de Octubre de 2008) y, Arien O’Connell, una profesora de quinto grado de 24 años corrió más rápido que ninguna otra mujer.

Pero no ganó.

Y no es que sea muy complicada la cosa: hay una línea de salida, una de meta y un reloj. Disparas la pistola para dar la salida y la primera persona al final del trayecto es la ganadora.

Sin embargo, tal y como los comisarios de la maratón le dijeron a O’Connell, la cosa no funciona así.

Mientras que O’Connell había hecho la mejor carrera de su vida y cubierto el recorrido más rápido que cualquier otra mujer, le dijeron que no podía ser declarada ganadora porque no había competido con el grupo de élite, a cuál se le dio la salida 20 minutos antes.

….

O’Connell, que se describe a sí misma como “una corredora bastante buena”, nunca había roto la barrera de las 3 horas en las cinco maratones que había corrió previamente. Pero tan pronto como comenzó a las 7 a.m. de domingo, supo que ese era su día. De hecho, cuando cruzó la línea de meta 26.2 millas más tarde, su tiempo de 2:55:11 fue tan inesperado que lloró de la emoción. En declaraciones posteriores comentó: “he mejorado mi mejor tiempo en casi 12 minutos, es una locura”

En la ceremonia de entrega de premios, el clan de los O’Connell quedó estupefacto tan pronto como los mejores tiempos fueron anunciados y las corredoras de “elite” subía al podio para recoger sus trofeos. “Primero anunciaron el tercer tiempo y yo pensé que había sido más rápida. Luego, anunciaron el segundo puesto y, otra vez, yo había sido más rápida. Finalmente, anunciaron el primer puesto (3:06) y, hey, yo había sido más rápida que el primer puesto también.”

Para estar completamente segura, O’Connell se dirigió a los jueces y le pidió a uno de ellos que le mostrara su tiempo oficial en el ordenador. Y allí estaba, 11 minutos más rápido que el de la ganadora oficial.

Nadie sabía exactamente qué hacer, ya que los trofeos habían sido entregados y los resultados oficiales anunciados. Los organizadores estaban deseando que todo pasara rápidamente. Según las declaraciones de Tanya Lopez, la responsable de relaciones de Nike, “a estas alturas, ya hemos declarado nuestro ganador”.

Incluso algunos jueces insinuaron a O’Connell que la culpa era toda suya por no haberse inscrito como corredora de élite. ¿De manera que era culpa suya? O’Connell simplemente estaba siendo modesta. “Soy una buena corredora, pero nunca me he considerado una corredora de élite”.

La teoría aplicada es muy sencilla: como las salidas del grupo de élite y del resto de corredoras no se realizó al mismo tiempo, son dos carreras distintas. La corredora que va en cabeza de la competición de élite no tiene ningún medio para saber que está compitiendo contra otra persona.

Pero al final, O’Connell no ganó.

Escrito por C.W. Nevius

En fin, que cada uno saque sus propias conclusiones.

viernes, 17 de octubre de 2008

Altruismo en la maratón de Chicago

Un compañero de trabajo me ha mandado el enlace de una una noticia surgida en la última maratón de Chicago (celebrada el 12 de octubre). En ella se comenta la gesta de dos personas anónimas que, a falta de poco más de 50 metros de meta, y con un tiempo de unas 3 horas 20 minutos, se paran a auxuliar a otro corredor totalmente desfallecido que intenta gatear hasta meta.




Los locutores comentan la cantidad de corredores que pasan al lado de este corredor sin ni siquiera mirarlo. Pero hay algo que para mi es más indignante: estando a menos de 100 metros de meta, con la de personal de la organización que debe haber en un evento de esta categoría, que nadie salga ni siquiera a atenderlo es una vergüenza. Si en vez de un desfallecimiento es un ataque al corazón, ¿son los propios corredores los que tienen que llevar al hombre hasta las asistencias?.

sábado, 11 de octubre de 2008

Round 24: Chinchilla

Nueva carrera en el calendario popular que, sinceramente, se ha ganado mi admiración. Y es que no es fácil configurar un recorrido por estas tierras que sea tan exigente como el que los chicos de Chinchilla han conseguido: una salida brutal con bajada a tumba abierta, un terreno intermedio de recorrido rompe-piernas inagotable, subidas con pendientes comparables a las del mítico Tourmalet, kilómetros de bajada donde demostrar la técnica de cada uno, y una llegada en alto que acaba con las ilusiones de cualquiera tras más de 10 kilómetros de sufrimiento…






Sin duda, esta es la descripción que debería incluir la organización en el cartel del próximo año, pues que ha quedado niquelada, jeje. A decir verdad, la carrera era dura. Dura porque por estas tierras manchegas no hay muchas cuestas donde entrenar. Dura porque era un domingo por la mañana a primera hora (y las cervezas del día anterior no perdonan). Dura porque es la carrera 24 del calendario, que ya acumula más de 300 kilómetros en las piernas de las audaces gacelas. Dura porque definitivamente ha cambiado el tiempo y el fresquete matutino quita las ganas de levantarse siquiera. Dura porque el viento en campo abierto no da tregua. Y dura, porque la gente no sabe regular el esfuerzo, y siempre pasa lo que pasa…

En fin, que la salida en bajada es una gozada sobre todo para calentar las piernas e ir quitándose de en medio a las gacelas más lentas de la manada. Pero al llegar al tramo que sigue tras el primer kilómetro, te das cuenta de que hay que templar los ánimos y empezar a dosificar las fuerzas. Y es que más de una gacela local lo comentaba: “… el final es una trampa bastante dura, hay que guardar fuerzas…”. Afortunado de mi que les hice caso y me dediqué del km 1 al km 5 (incluida la subida bestial de casi un kilómetro) a rodar a un ritmo medio y dejar que la gente se cebase con los repechos. Porque al llegar al km 6 comienza un terreno favorable que acaba en una bajada de más de dos km hasta el km 10 donde una persona que domine la técnica de la bajada (como yo, modestia aparte) puede conseguir buenas marcas y pasar a mucha gente: en ese tramo conseguí pasar a más de 50 personas y algunos de los que intentaron seguirme acabaron reventados en la cuneta. En cuanto a los tres últimos kilómetros, otro terreno de constantes subidas y bajadas que te dejan las piernas bonicas, y una subida final a la plaza del pueblo donde se demuestra la capacidad de dosificación de cada uno.

Resumiendo, una gran carrera (para mi la mejor junto a la de las Peñas de San Pedro) tan exigente como una media maratón, y un pueblo volcado que no paró de animar por la calles y por los caminos.

Ya tengo ganas de volver el año que viene.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Gebrselassie suma y sigue

La verdad es que no sé que les dan de comer a estos tipos en Etiopía, pero debe ser algo cuya fórmula si que cumple el eslogan de RedBull: “te da alas”. Y es que es cierto que este atleta de 35 añacos ha vuelto a demostrar que es simplemente el mejor, que no tiene rival y que a poco que se hubiera involucrado, habría sido campeón olímpico.

Lo cierto es que este hombre ha vuelto a pulverizar su récord en maratón, estableciéndolo en 2:03:29, 27 segundos menos que el récord que consiguió el año pasado en el mismo escenario: la maratón de Berlín. No hay mucho más que decir, salvo que su ritmo medio sale a 2’56’’, una auténtica barbaridad!!!!

En el sitio web de Runners he encontrado un magnífico análisis de la carrera que merece la pena leer.

Solo queda ver cuál será el nuevo reto de este monstruo….

lunes, 22 de septiembre de 2008

Round 23: Pozo Cañada

Tras recibir mi primer comentario en el post inicial (diooooos, casi lloro de la emoción!!!!) he pensado en ir haciendo un pequeño diario de las carreras en las que voy participando. En concreto, iré relatando las carreras del circuito diputación de Albacete, pues suponen el 90% de las carreras a las que voy. El año que viene comenzaré desde la carrera 1 y no en la 23 como este año, pero para no aburrir al personal, resumiré esas 22 carreras en unas pocas palabras: muchos kilómetros, unja periostitis de 3 meses, algunos coleguillas y un montón de regalos inútiles (salvo las botellicas de vino, que vienen perfectas para hacer la comida, pq para beber...). Clasificación tras esas carreras, el 18 de mi categoría y el 57 de la general de un total de 800 personas.
En fin, vamos a lo que vamos: carrera 23 del circuito. Lugar: Pozo Cañada, a unos 25 km de la capital. Tiempo: nublado, unos 25º de temperatura y bastante viento. El recorrido consta de dos vueltas a un circuito de 5km que recorre las dos calles del pueblo (pues es bastante pequeño) y un tramo por la carretera general. El recorrido se puede ver en este mapa.
Como de costumbre, me dirijo hacia el pueblo con tiempo más que de sobra para pòder recoger el dorsal y trotar unos 20 minutillos antes de la carrera. Pero al llegar allí, lo que más me sorprende es la cantidad de gente que por la zona de salida pulula. Acostumbrado a carreras con 500, 600 corredores, choca bastante que en una carrera como esta participen más de 800!!!!!. Debe ser que las vacaciones han servido para que la gente cargue las pilas, o que los kilillos ganados en la época estival hay que rebajarlos lo antes posible (me inclino por lo segundo). En fin, que dado que la calle en la que estaba la salida es algo estrecha y que encima pica hacia arriba los 300 primero metros, había auténticas ostias por pillar un buen sitio. Como pasaba de malos royos, me puse en la zona media trasera y salí con el pelotón de los lentos. Y esó marcó parte del desarrollo posterior, pues al llegar a lo alto de la cuesta que había en la salida, debía ir en la posición 500 y el primer clasificado me sacaba más de 400 metros (menudo galgo el jodío).
La primera vuelta me la tomo con calma, pues en el tramo de carretera pega el viento en contra y molesta bastante. Sin embargo, consigo adelantar hasta el puesto 200 más o menos. La segunda vuelta la hago sin cebarme demasiado, pues después de la feria destroyer que nos hemos brindado no es que esté para esfuerzos titánicos. Aún así, me engancho al ritmete que lleban un par de corredores del club de Hellín y, como decía uno de ellos, "empezamos a recoger muertos", que en castellano de toda la vida significa adelantar a los que están ya muy jodidos.
Y no hay mucho más que hablar sobre la carrera, salvo que entré sobre el 140 en la general, y el 50 en la categoría.
Bueno, si que queda algo por decir, jeje. En la zona donde se monta el ágape post-carrera, tuve la suerte de cruzarme con la chica que había quedado en segunda posición. No se su nombre, sólo que pertenece a un club de triatlón. El caso es que la chica llevaba un top bastante ajustadito y, con el fresquete que hacía y lo sudado de su atuendo, lucía unos pitones dignos de un miura. Y menudos pitones!!!!!!. En fin, que la próxima vez me llevo la cámara de fotos...

viernes, 19 de septiembre de 2008

Los orígenes (visión restrospectiva)

Erase una vez que se era una persona como otra cualquiera. Por persona cualquiera me refiero a la típica que no practica ejercicio más allá de levantarse de la cama al sofá para ver la tele, la que el término sudar no significa otra cosa que pasar calor en casa durante el verano, aquella a la que el amor por el deporte se limita a ver cómo lo realizan otros.... por la tele. Pues esa persona era yo hasta hace unos 2 años (mediados de 2006).
Por aquella época decidí que las largas tarde de verano, vacías de trabajo gracias a la jornada intensiva, había que rellenarlas con algo más que con vicios al Need For The Speed en el ordenador. Fue en ese preciso instante en el que volvía de hacer la compra cuando pasé por una conocida avenida de la ciudad de Valencia, llamada Blasco Ibáñez, y vi que en el jardín central unos locos corrían a las 5 de la tarde bajo un sol de justicia (unos 30º a la sombra) y una humedad más que insoportable. Fue en ese preciso momento en el que me dije que si ellos podían, yo tambíen (pa chulo yo, o por lo menos eso decimos los de Albacete. Bueno, los vascos también, pero eso es otra historia). Y como idiota cualquiera puse rumbo a casa, me puse mis mejores ropas deportivas (que por aquel entonces no pasaban de un bañador amarillo fosforito y una camiseta de algodón con el logo de alguna empresa). Y fue entonces cuando comenzó todo.
Esa primera incursión duro 15 minutos de sudor, sufrimiento y respiración alterada, y 4 días de insufribles agujetas. Pero poco a poco, esos 15 minutos se transformaron en 20, 27, 36 y así hasta cerca de 1 hora. Las agujetas empezaron a remitir con el tiempo y la respiración... bueno, seguía siendo alterada. Tras un par de meses de duro esfuerzo, o al menos eso creía yo, ya era capaz de correr un kilómetro en poco menos de 6 minutos. Para mí eso era la leche, pues corriendo por el parque enteriormente citado, normalmente adelantaba a la gente que iba delante mía, y me creía el rey del mambo. Hasta que pasó el verano y los estudiantes volvieron de vacaciones. Y los infames que yo adelantaba se convirtieron en formulas 1 adelantándome sin compasión. En ese preciso instante, supe que había que mejorar. Y para eso iba a necesitar ayuda...
Esa ayuda llegó en forma de monitor de ritmo cardiaco (para los menos instruidos, un Polar de toda la vida), el cual, a pesar de ser específico para sesiones de aerobic (no había nada más baratico por entonces) me mantuvo durante varios días absorto en su configuración y realización de pruebas de estado físico. Una vez la cosa funcionaba, me puse manos a la obra, y me lancé con él a la calle. Los primeros días fueron difíciles, pues las pulsaciones subían más de lo esperado. Mejor dicho, más de lo recomendado, pues muc
has veces me ejercitaba a ritmos de taquicardia. Pero a base de llevar el pulsómetro, aprendí a controlar mejor el esfuerzo y pude conseguir que las pulsaciones bajasen a ritmos más normales.
El tiempo fue pasando y mis ritmos bajaron más y más, hasta quedarme en un nada despreciable 4:55 (los que corran a menudo sabrán que es un ritmo bastante bajo, pero bueno, poquito a poco).
Las siguientes navidades (las de 2006) llegó mi bautizo de fuego: mi cuñado me propuso participar en una carrera popular que se celebraba en Albacete el día de fin de año (la mundialmente conocida San Silvestre de Albacete). Eran poco más de 6 km y yo solía correr una media 8 tres veces por semana, por lo que di un paso al frente y me apunté sin vacilar. Llegó el día de la carrera y allí estaba yo: vestido con unas ridículas mallas negras, una sudadera gris de mi época de estudiante y un gorro de papá noel que la organización regalaba a todos los participantes (afortunadamente no se conservan fotos de esa pintoresca vista). Llegó el momento de la salida, 2 vueltas a un recorrido de unos 3 km por delante, 1400 personas alrededor, un frio de cojones... y unas ganas de correr bárbaras. Tanto es así que el ritmo de salida me pareció demasiado lento. Tan lento que me permití el lujo de ir adelantando al resto de participantes durante los primeros 300 metros, en una maniobra temerosa pues incluía el atajar por la acera los huecos de los árboles. Pero dió resultado: pude adelantar a unas 100 personas pero a esas alturas ya estaba yo respirando como si el aire se fuese a acabar de un momento a otro. El resto del primer kilómetro lo hice como pude, con un flato hartamente doloroso y viendo como perdía las merecidas 100 posiciones ganadas. Pero poco a poco cogí el ritmo y seguí adelante. Los 6 km y pico pasaron rápido, más de lo que esperaba, y me reconfortó el ver que había hecho un promedio de 4:31 minutos por kilómetro, una proeza digna de todo un onvre.
Mi participación en la siguiente carrera no se produjo hasta septiembre de 2007. Estoy saltando esta parte de la historia pues se puede resumir en unas pocas palabras: lesión de rodilla. Dicha carrera era un bolo que organizaba la Universidad Politécnica de Valencia con motivo del inicio del curso, al que invitaron como padrino a un chavalín que hace triatlón y, que según me cuentan, es bastante bueno Su nombre, Javi Gómez Noya. Bueno, lo reconozco, se que es el campeón del mundo de triatlón y que una iniportuna gastroenteritis lo dejó fuera del podio de los juegos olímpicos de Pekín, pero por aquel entonces no tenia ni pajolera idea de quien era. El caso es que la carrera era una Volta a Peu de 4.5 Km por el interior de campus universitario. No deberíamos ser más de 200 personas, pero al menos conseguí que 4 incautos compañeros de trabajo se vienieran a correrla. Para más inri, decidí hacer promoción de una camiseta deportiva que habíamos desarrollado en uno de los proyectos en los que trabajaba, una camiseta con sensores de ritmo cardiaco integrados, y que lamentablemente tenía un pequeño fallo de diseño: sacaba michelines hasta a la mujer más anoréxica que te puedas imaginar. Eso mezclado con mi nada despreciable peso, hace que las fotos existentes de ese evento las tenga en un directorio donde nadie sea capaz de encontrarlas. Y mira que incluso tengo una con Gomez Noya, y con el grupo de animadoras de Red Bull que por alli andaban (y joder cómo andaban). Conclusión, los 4.5 km en 18 minutos 10 segundos, un nada envidiable ritmo de 4:02. Y la autoestima por las nubes.
Fue en siguiente mes, mientras buscaba fotos de dicho evento en la página web de la universidad, cuando vi un anuncio sobre el campeonato interuniversitario de maratón: se iba a celebrar una prueba aquí en Valencia aprovechando la maratón internacional que se iba a disputar en febrero de 2008. Y fue entonces cuando empezó a venirme a la cabeza la idea de correr una maratón. Para aquellos que sean fans de los Simpsons, hay un capítulo en el que Homer ver un anuncio de una escuela de payasos y comienza a obsesionarse con ella hasta que tiene que apuntarse sí o sí. Pues a mi me pasó lo mismo. Día sí y día también, me venía a la cabeza la idea de apuntarme. Pero la respuesta siempre era la misma: "¿estás loco?". Para probar mis posibilidades opté por empezar a entrenar de luenes a viernes durante la hora de la comida: correr durante una hora aproximadamente a un ritmo vivo. La prueba fue tan buena que, a poco menos de un mes para que se celebrase la carrera, estaba inscribiendo mi nombre para la maratón.
Pero esa es otra historia....