sábado, 3 de octubre de 2009

Round 28: Pozo Cañada

Tras un largo periodo de ausencia, la gacela vuelve a la carga con nuevas carreras. De aquellas corridas desde mi último artículo, haré una breve reseña:
Munera: mucho calor y cuestas asesinas
La Gineta: gente muy motivada para una carrera realmente rápida.
El Salobral: el asentamiento rumano ya no está. La carrera bien pese al aire que soplaba.
Cenizate: ni idea, pq estaba de boda en Cuenca.
Fuenteálamo: carrera asesina donde las halla. Resultado: contractura y dos semanas de recuperacion.
Villamalea: calor, calor, calor...
Mahora: carrera corta, con un poco de lluvia y realmente rápida.
Tarazona: nocturna y masiva. A la gente le va eso de correr de noche.
Caudete: empiezo a ir decentemente rápido.
Villagordo del Júcar: un entrenamiento que resulta ser una buena carrera en cuanto a clasificación.

Tras ello, un paroncillo de tres semanas por la Feria que, entre mojito y mojito, endulzo con la media maratón de Motril.
Y llega el retorno del circuito, con esta 28ª carrera. Se nota que la gente tiene 'mono' de competición, pues casi 900 corredores asisten a la salida.
El recorrido en sé es feo, feo... ya que consiste básicamente en recorrer la carretera que atraviesa el pueblo de un lado a otro. Una carretera totalmente recta y sin apenas desnivel. Lo único que hace realmente selectiva esta carrera es el fuerte viento que suele soplar, y que este año no quiso faltar a su cita.
En resumen, una carrera tan rápida como aburrida.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Campeonato de España de Media Maratón (Motril)

Casi un año ha pasado desde que nos dimos cuenta de que la marca mínima para participar en el campeonato de España de Media Maratón era más asequible que nunca, pues la Federación Española decidió aumentar a 1h20 dicho registro mínimo, quién sabe porqué. Pero el caso es que ello supuso que mucha gente pudiese acceder a la competición. Y entre ellos un servidor y varios compañeros.

Para la mayoría de los 5 integrantes que iniciamos esta aventura, éste era el primer – esperemos que el primero de muchos – campeonato en el que tomábamos parte y partíamos con tanta ilusión como un niño con zapatos nuevos.

Durante la semana previa, la ansiedad por el viaje fue in crescendo hasta el punto de que muchos no podíamos pensar en otra cosa. Sin embargo, el contar con un gran ‘delegado’ de equipo que (todo hay que decirlo, también es la ‘estrella’, pues no hay quien lo pille cuando se pone a correr…), que se preocupa por el más mínimo detalle, siempre ayuda a que todo salga a pedir de boca. Para dar cuenta de la preparación realizada, al llegar al vehículo que nos había de transportar a Motril, nos encontramos con un dosier de cerca de 50 páginas con toda la información relativa al fin de semana.

Pero para no aburrir al personal, vayamos al diario del fin de semana:

Viernes 18, 16 horas. Edificio de deportes.

Reunión de todos los integrantes del equipo que se dirige al campeonato. ¿Estamos todos? Pues va a ser que no. ¿Quién falta?

Exacto, es ella. Fiel a sus principios femeninos, se hizo esperar. Y eso que el presi de la sección acudió a despedirnos y desearnos buena suerte.

Una vez que todo el equipo estaba por fin completo, nos subimos a nuestro lujoso vehículo y pusimos rumbo a tierras granadinas.

Viernes 18. 18 horas. En algún lugar cerca de Murcia

Tras un par de horitas en nuestra limusina, el chófer decidió tomarse un respiro y pedir el relevo al volante. Ya de paso, decidimos parar en el pueblo más próximo para estirar algo las piernas y hacernos notar.

El dicho lugar – cuyo nombre nadie recuerda – hay quién descubrió su verdadera vocación en la vida

Pero sobre todo, pudimos merendar como dios manda: con productos frescos y de primerísima calidad.

Y digo esto para que nuestro entrenador sepa que no descuidamos nuestra preparación, pues aunque intentó ocultarse, le descubrimos espiándonos. Bueno, casi, sólo encontramos su coche.

Viernes 18. 21 horas. Granada

Tras otras casi 3 horitas de viaje en nuestro cada vez más lujoso vehículo (¡¡¡durante este tramo hasta teníamos hilo musical!!! Todo gracias a nuestro delegado-estrella- y ahora cantante… ¡¡Qué crack!!!) llegamos a Granada. Bueno, llegar no llegamos, pero la teníamos a la vista hasta que nos perdimos por las cercanías.

Como no nos aclaramos con el recorrido, un par de integrantes decidieron hacer una parada e invocar una danza a los dioses para que nos guiaran hasta el destino. Pero lo único que consiguieron fue arrancar una cara de auténtica perplejidad del gasolinero de turno que veía cómo dos colgaos se habían puesto a bailar en medio de su gasolinera.

Ese fue el momento de desplegar todo nuestro arsenal tecnológico y dejamos que el ‘tom-tom’ (más tarde re-bautizado como el ‘tonto-tonto’) nos llevase en volandas a nuestro hotel. Todo parecía muy fácil hasta que decidimos ponérselo difícil y nos metimos por la zona con más obras de Granada. Al final logró su cometido y nos llevó hasta el alojamiento, pero los continuos re-cálculos de ruta y la falta de una alimentación externa en la que recargar su batería (quién iba a decir que nuestro lujoso vehículo no contaba con un mechero de los de toda la vida que funcionase correctamente) dejaron unas secuelas irreparables.

Sin embargo, antes de llegar al hotel donde debíamos descansar durante esa primera noche, el chófer decidió que era mejor hacer un reconocimiento de la zona y recorrió todas las calles aledañas, ante los halagos y piropos del resto de acompañantes por tan gran idea.

Por fin llegamos al hotelito

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Y nos encontramos con el primer contratiempo del fin de semana: el recepcionista ‘en prácticas’ se ha liado con la reserva y ha reservado una habitación menos de las pedidas. Afortunadamente, el recepcionista ‘experimentado’ busca una solución al entuerto que acaba con la chica del grupo durmiendo con dos de los chicos. ¡Qué gran putada para ellos! Y lo mejor de esta solución es que todos disponíamos de unas pedazo camas de matrimonio… para compartir, claro. Menos mal que nos respetamos y la cosa no pasó a mayores…

Viernes 18. 22:30 horas. Granada.

Tras instalarnos correctamente, el grupo decide realizar un entrenamiento previo a la carrera. Tras informarse en el hotel de los lugares preferidos por los granadinos para entrenar, nos decidimos por ir a la zona denominada como “Calle Elvira”. Tras observar los atletas locales, decidimos imitarles y seguimos su mismo entrenamiento, basado en series. Para empezar, unas series relajaditas: 4x(caña – tapa) R: lo menos posible.

Creo que es la primera vez en mucho tiempo en que todos opinábamos que el entrenamiento se había quedado corto. De ahí decidimos hacer unos cambios de ritmo para ganar velocidad.

¡Y vaya si ganamos velocidad! Fue visto y no visto.

Pero todavía nos sabía a poco. Por eso decidimos por unanimidad el agregar un circuito de fuerza que nos hiciera sudar y, cual inmortales, sólo dejase a uno.

Pero dos atletas con una gran forma sobrevivieron a este duro entrenamiento y decidieron entre ellos deshacer el empate realizando Oberones hasta que solo quedase uno en pié. Según cuenta la gente que los vio, este fue un gran duelo, pero desgraciadamente no existe prueba gráfica de ello.

Sábado 19. 10 horas. Granada

Dado que el entrenamiento de la noche anterior fue tan agresivo que muchos de nosotros estábamos cargados, decidimos realizar una pequeña sesión de descarga. Para ello:

Nos avituallamos…

Posamos…

Estiramos…

Corrimos…

Hicimos cuestas…

Recuperamos el aliento…

Y finalmente, volvimos a estirar…

(¡Qué estilazo!)

Sábado 19. 13 horas. Granada

Tras el entrenamiento matutino nos decidimos a realizar una visitilla a la zona antigua de Granada. Callejeando, llegamos a las puertas de una librería en la que encontramos expuesto en el escaparate un libro sobre las últimas técnicas de entrenamiento descubiertas durante los pasados años. Sin duda, una joya que no podemos dejar pasar, pues si se quiere mejorar, hay que contar con los mejores materiales y técnicas. Nos rascamos el bolsillo y adquirimos dicho folletín para hacérselo llegar a nuestro entrenador.

Tanto entrenamiento en las últimas horas había dejado nuestro cuerpo bastante debilitado, por lo que decidimos ponerle remedio e ir a realizar una recarga de hidratos y de proteínas como dios manda…

Sábado 19. 16 horas. Alhambra (Granada)

Sabiendo que la carrera estaba próxima y que debíamos ultimar nuestras posibilidades de entrenamiento, decidimos ir a la zona con la orografía más complicada del lugar: la Alhambra. Allí, los Palacios Nazaríes,


La Alcazaba...

el Generalife…

el palacio de Carlos V…

Y por supuesto el barrio del Albaicín…

Fueron testigos de nuestro último entrenamiento

Sábado 19. 20 horas. En un parking de Granada…

Cuenta la leyenda que a estas horas, el lujoso vehículo que transportaba al equipo rumbo a Motril sufrió un desafortunado percance al encontrarse de repente con una columna. Y como toda leyenda que se precie, tiee su parte de verdad…

Sábado 19. 21 horas. Motril

Tras recorrer la distancia que separa Granada de esta localidad, nos dirigimos rumbo al hotel que ha de acoger nuestra presencia durante la noche previa a la competición. Por fin llegamos a él atravesando una de las zona más concurridas del pueblo (madre mía, la de gente que había por allí!! Así a bote pronto, nosotros y… nosotros). El recibimiento fue muy caluroso, pues los dueños se volcaron con nosotros desde el primer momento (normal, eramos el 75% de su clientela para ese día) y pusieron a nuestra disposición sus más lujosas suites: grandes, limpias y con un olor a perfume que endulzaba nuestro olfato.

Por desgracia, no hay prueba gráfica de todo esto, pero sirva como analogía este pantallazo de un capítulo de la serie Family Guy:

Ante tal suite, uno de los integrantes del equipo declaró:

“Esta noche voy a dormir como un bebé en estas camas”

Más tarde supimos que lo que realmente quería decir era:

“ni de coña me meto en esa cama, yo paso la noche sentao o en el suelo”

Sábado 19. 22 horas. Por las calles de Motril.

Nuestro último entrenamiento por la Alhambra nos había dejado tan debilitados que decidimos recuperar fuerzas en un restaurante cercano. Esta vez sí, hicimos una recarga de hidratos como Dios manda…

Tras esta frugal cena, decidimos reconocer el recorrido de la carrera, para poder preparar la estrategia. Pero dado que era de noche y poco se veía, trasladamos la preparación de la estrategia a un conocido lugar de la noche motrileña…

Eso sí, al menos uno de nosotros pudo preparar su estrategia a conciencia: proporcionarle al cuerpo ‘gasolina’ durante la carrera para evitar el cansancio y correr más. Lástima que se olvidase su ‘gasolina’ en el lugar elegido para preparar esta estrategia.

Sábado 19. 23 horas. Residencia base.

Todos en la cama para descansar (y cuando digo todos, es ‘todos’).

Domingo 20. 8 horas. En algún lugar entre la residencia base y la salida

Amanece un gran día y el equipo se encamina hacia la zona de salida…

Para confirmar que realmente estamos en el pueblo que toca, nos retratamos en un lugar característico…

Pero entonces nos damos cuenta de una cosa: no hemos desayunado todavía!!! Hay que poner remedio a ello…

Tras un buen desayuno, nos dirigimos a la línea de salida. Allí, mientras esperamos con ansia el inicio de la carrera, calentamos con gran intensidad…

Domingo 20. 10 horas. Línea de salida

Por fin llega el momento. Todo un año esperando esto. Miramos alrededor, divisando las caras de los 1100 atletas participantes (aunque sólo apenas 200 sean los que compiten por el título de campeón de España). Entre ellos, viejos conocidos de las tantas y tantas carreras que cada uno de nosotros hemos realizado durante el año. Se acerca el inicio de la prueba, los nervios aumentan, la tensión en el pelotón se hace notar, los atletas se apiñan intentando buscar la mejor posición de salida posible. Y sin más aviso que un inesperado disparo mientras la organización todavía situaba al pelotón tras la línea de salida, la carrera comienza.

A partir de aquí, los 21 duros kilómetros de este recorrido van quedando atrás uno tras otro. Los atletas van llegando a meta. El ganador de la carrera – que no campeón de España- un negrito de nombre impronunciable, que bate el record del circuito (ya me gustaría saber qué come esa gente para correr así!!).

Y para que conste que realmente corrimos…

Domingo 20. 12 horas

Tras una gran carrera por parte del equipo (todos pusimos de nuestra parte pero la organización no nos dio el premio a las ‘buenas intenciones’), nos relajamos con un buen chapuzón en la piscina…

Y una buena comida para recomponer fuerzas…

Domingo 20. 18 horas. En un bar indeterminado cerca de Murcia

De vuelta a casa tras la competición, decidimos parar en una cafetería para descansar un poco y estirar las piernas. El lugar, un bar en medio de un polígono industrial más vacío que la cabeza de Belén Esteban, del que sale una música a todo trapo. Una mirada al interior desvela un grupo de caballeros alrededor de una barra ocupada por dos señoritas. Pero no, no era un bar de streap-tease. (lástima!!). Era una cafetería normal y corriente.

Domingo 20. 21 horas. En la autovía camino de Valencia

Empieza el partido de la final del Eurobasket. España es la gran favorita. Tratamos de sintonizar la radio. Pero la muy jodía no permite que podamos escuchar el partido. Vamos, ni el partido ni cualquier otra cosa. Como no hay nada con lo que distraerse, uno de los integrantes del grupo decide poner toda la carne en el asador y tira de la música que almacena en la memoria de su teléfono. Ni más ni menos que los grandes éxitos de las fiestas de pueblo: Juanito Valderrama, Manolo Escobar, Paquito el Chocolatero, y otros muchos y variados artistas y exitazos.

Domingo 20. 23 horas. Fin de trayecto

Tras realizar una ruta turística por los pueblos de Valencia para dejar a la gente en casa, un servidor llega a casa completamente destrozado por el fin de semana, pero con ganas de repetir la experiencia.

lunes, 22 de junio de 2009

Round 17: San Pedro

¡Cómo engaña el perfil publicado en el folleto de la carrera! Cualquiera que lo vea dirá: "si la carrera es cuesta abajo, no debe ser muy dura" Y no le faltaría razón, pués la salida se encuentra en la aldea del Sahuco, a 1.135m de elevación, y la meta situada en San Pedro, a 836m. El desnivel neto es de 300m negativos.
Pero por mucho que el perfil nos diga que vamos bajando a medida que avanzamos en la prueba, puedo asegurar que no da esa sensación desde dentro de la carrera. Es más, esos 300m de desnivel se encuentran intercalados con innumerables toboganes que rompen el perfil descendente, .... y las piernas de quien los recorre.
Como aperitivo a este recorrido, en los dos primeros kilómetros se sube un pequeño puerto que, aunque no es demasiado exigente en sus desniveles, sus más de 1.5km dejan a cualquiera seriamente tocado si no te lo tomas con calma (y como soy un chico aplicado, no he vuelto a cometer el error del año pasado). Tras éste, una bajada bastante rápida de otro kilómetro para tomar en el km 3 el camino que ha de llevar el recorrido hasta La Solana, situada en el km 10. Este tramo es ciertamente traicionero, pues no encadena más de 200m seguidos con el mismo perfil: subes, bajas, subes, llaneas, bajas, llaneas, bajas, subes,.... y así durante 7 largos kilómetros. Lo único bueno de este tramo es la sombra que arrojan los árboles que lo jalonan.
Llegado al km 10, el recorrido da un vuelco total: se pasa del camino al asfalto (si se le puede llamar así), y de la entre-sombra de los árboles a la insaciable voracidad de lorenzo. Y es que desde el km 10 hasta meta la única sombra que puedes encontrar es la del corredor que va delante tuyo, eso sí, si es más alto que tú.
Estos últimos km se hacen especialmente duros por el calor, ya que los cerca de 30º que contabilizaba el mercurio en esta edición fueron más decisivos que los 17km de la carrera.
Los dos últimos kilómetros ya se realizan dentro del pueblo, trazando estrechas callejuelas hasta llegar a la línea de meta. Pero en vez de cruzar por debajo del esperado arco, el recorrido se desvía hacia la iglesia del pueblo, la cual está construída en una pendiente que, aunque no es ni muy larga ni muy fuerte, no tiene misericordia de los pobrecillos corredores que llevan 16km de bastante dureza en sus piernas. En mi opinión, este último kilómetro es una broma pesada que, en una primera edición puede sentarte bien o mal, pero que en la segunda vez que participas, no te hace ni puñetera gracia. Ya veremos qué pasa en la tercera.

miércoles, 17 de junio de 2009

Round 16: 10 Millas Madrigueras

Recuerdo que en la edición del 2008 lo pasé bastante mal en esta carrera. Era pleno verano, a una hora no demasiado tardía por la tarde, y hacía calor. Mucho calor. También recuerdo que España jugaba uno de los partidos de la priemera fase de la eurocopa, creo que contra Suecia. Y que el pueblo se encontraba dividido entre animar a los corredores y ver la televisión. Eso sí, cada vez que uno de los dos equipos marcaba, todo el mundo se daba cuenta por los gritos desatados en cada callejuela.
Este año no jugaba la selección (lo hacía al día siguiente en el torneo ese que nadie sabe como se llama ni quién lo juega), pero seguía haciendo mucho calor. Tanto es así, que Protección Civil recomendó a la organización del evento retrasar media hora (de las 19 a las 19:30) el pistoletazo de salida. Pero aún así, el calor persistía. Por lo que pude ver en algún termómetro callejero, la temperatura ambiente sobrepasaba los 34ºC.
Pero este año no he sufrido tanto como lo hiciera el año pasado. La razón es sencilla: salí a correr con una contractura y no forcé en ningún momento. Simplemente me dediqué a disfrutar del paisaje y realizar un entrenamiento a un ritmo medio.
La cuestión es que me situé en la parte trasera del pelotón en la línea de salida, pues tenía pensado salir despacio y no quería molestar al resto de corredores que suelen salir a saco paco. El primer kilómetro fue una toma de contacto con la carrera para ver las sensaciones que mi contractura arrojaba. Al ver que todo iba bien, decidí ir subiendo poco a poco el ritmo para encontrar sensaciones y ver como se comportaba la pierna. Y todo fue bien hasta llegar a un ritmo máximo en el que la pierna empezaba a dar pequeños avisos. Y como chico aplicado, me tomé dichos avisos muy seriamente y bajé de nuevo el ritmo hasta cotas más cómodas.
Sin duda, la mejor parte de esta carrera ha sido el ver el pelotón desde su parte trasera, ver el esfuerzo de cada corredor dando su máximo, luchando contra el calor, el aire, la inclinación del terreno, etc. Casi me daba vergüenza el ir entrenando y pasar a la gente como si fuese montado en bicicleta. Para darse una idea de este hecho, debí salir sobre la posición 400 y llegué a meta sobre la 100. La carrera fue un continuo adelantamiento de corredores, lo que moralmente a mí me supo a gloria. Pues no hay mejor motivación que ver que vas más fuerte que el resto y que prácticamente no necesitas realizar un gran esfuerzo para progresar.
Resumiendo, ha sido una carrera extraña por la forma en la que la he competido pero bastante gratificante al final. Pues aunque esta carrera me ha retrasado en la clasificación del circuito, al final del año me aportará unos puntitos que van a venir muy bien para mantener o ganar puestos.

lunes, 8 de junio de 2009

Round 15: Media Maratón Tobarra

Es cierto que de un año para otro la percepción de una carrera puede cambiar completamente dependiendo de las motivaciones personales de cada uno y de las condiciones ambientales que te reodean. Es el caso de esta carrera. El año pasado llegaba lesionado (con una periotitis que me mataba y me impedía practicamente caminar) y tras pasar una noche de farra a causa de la boda del Chache, un amigo de toda la vida. Alcohol y chuletones, aderezados con el marisco de la tierra (el saber popular dice que el jamón es el "pescao de gorrinera", y como saber popular hay que respetarlo), no son la mejor combinación para afrontar una media maratón. Si además añadimos que el recorido es uno de los más pestosos de todo el circuito (subes, bajas, subes, bajas, ... y así durate 21 largos kilómetros) y que sea el día que sea la carrera siempre llueve (comprobado: dos participaciones y en las dos ha llovido), el resultado es una participación muy inferior a la media del resto de carreras (300 personas frente a las casi 500 de media).
Eso si, los 300 estábamos allí (esta vez no íbamos vestidos de espartanos :-)) somos asíduos corredores, enfermos tal vez, que apenas fallamos ninguna carrera.
La historia de la carrera es corta: con una participación tan corta, en seguida se formaron grupillos de dos ó tres corredores que llenaron las calles de la ciudad. Los más rápidos en seguida abrieron hueco y el resto hicimos lo humanamente posible para seguirles en la distancia. Pero las constantes subidas y bajadas de las calles de la localidad pronto empezaron a hacer mella en la gente y, en la tercera vuelta del circuito de 7km, las fuerzas empezaron a flaquear. Sin duda, esta es una de las medias más traicioneras que te puedes encontrar, pues no hay tiempo para el más mínimo descanso, al menos si no quieres perder tiempo.
Al final, mejor carrera en cuanto a posición de la temporada (es lo que tiene cuando va poca gente), pero sobre todo una notable mejoría en cuanto a las sensaciones durante la prueba. Parece que voy recuperando la forma poco a poco.
Lo malo es que ya se acaban las carreras duras y empieza el calendario de carreras de 10km. Será cuentión de ir preparando el campeonato de España y usar estas pruebas como un entrenamiento rápido.

miércoles, 3 de junio de 2009

Round 14: Abengibre

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces seguidas en la misma piedra. Y no podía ser más cierto el dicho: yo soy la prueba viviente de ello.
La edición del año pasado de esta prueba me enseñó una cosa: los que van en cabeza corren mucho y no hay que intentar seguirlos, pues tarde o temprano vas a hincar la rodilla en tierra. Pero este año he optado por obviar esta sabia enseñanza y he vuelto a tirar con la "élite". Y lo he pagado.
Para poner en antecedentes a quién nunca ha corrido esta carrera, se dan dos vueltas a un circuito de 4.950 metros, que se estructura más o menos de la siguiente manera: un primer kilómetro con una subida continuada con desniveles medios de un 5%, 1 kilómetro de llaneo (casi siempre con viento en contra), 2 kilómetros de bajada y otro kilómetro callejeando por el pueblo en terreno variado. Sumemos a todo ello que tan sólo en el último kilómetro se puede encontrar una mínima sombra que palie los efectos de un sol de justicia (32ºC este año, casi nada) y ya tenemos una carrera bastante completa.
Sobre todo, la mayor trampa del recorrido es el primer kilómetro, ya que la gente está fresca y tira con fuerza. Para la primera vuelta al recorrido, la táctica es buena, pero cuando comienzas la segunda, te das cuenta que deberías haber guardado ese puntito de fuerza que tan alegremente has despilfarrado. La bajada también tiene su pequeño riesgo, ya que las piernas avanzan con una zancada muy alegre sin darse cuenta de que lorenzo está causando estragos. Pero la parte que realmente te mata es el kilómetro por el pueblo, que con sus continuos cambios de dirección y de pendiente, te mina las fuerzas a base de cambios de ritmo. Y los cambios de ritmo son lo que peor le sientan a un corredor diesel como yo.
Pero no todo son trampas y cosas malas: la cantidad de gente del pueblo que se vuelca en el esta carrera, tanto colaborando como animando desde la acera es impresionante. Probablemente sea más del 90% de la población.
Como ya he dejado caer al principio, este año volví a usar la estrategia del año pasado: salir fuerte al principio para manternerme con el grupo cabecero e intentar aguantar hasta el final con ellos. Me he dado cuenta de que esta estrategia no es la más adecuada para mi, al menos mientras tenga un ritmo mucho inferior al de esta gente, pero sin duda el año que viene la volveré a usar, porque como dice el refrán: a la tercera va la vencida!!

Round 13: Almansa

Llega una de las carreras más importantes en mi calendario personal de competición, una carrera que, junto a la media maratón de Albacete, la tengo marcada en rojo como uno de los objetivos de la temporada. Además, el recorrido es bastante propicio para realizar una marca bastante buena, lo que es un aliciente al ser un recorrido homologado por la RFEA.
Además, al ser Almansa un pueblo que se encuentra en una zona cercana a cuatro provincias (Albacete, Alicante, Valencia y Murcia), la participación es simplemente asombrante: este año 4200 personas!!!
La verdad es que también ayuda a la convocatoria la peazo bolsa del corredor que regalan a los participantes (sin duda la mejor de todas las carreras en las que he estado), junto con los premios adicionales que dan a los primeros clasificados: a los 150 primeros hombres un par de zapatos y a todas las mujeres un par de zapatillas. Teniendo en cuenta que la inscripción cuesta entre 6 y 8 euros, es una carrera la mar de rentable.
Dejando aparte el tema de regalos, este año la carrera contaba con un padrino de lujo: un tal Chema Martínez. Perdón, el señor Chema Martínez, porque al mejor fondista que hemos tenido en los últimos años en España hay que tratarlo de usted. Junto con todos los actos que rodeaban su visita, la organización pretendía de él el que rebajara el record de tiempo de la prueba, establecido en 1:06 por Conrado Oñate (creo que fue él, pero no estoy muy seguro). En principio la tarea no era demasiado complicada por los motivos ya señalados: recorrido propicio y atleta de talla mundial. Pero con lo que no contaba nadie es con la lluvia que acompañó durante toda la prueba. No es que fuese una lluvia intensa ni molesta, pues se agradecía el bajón de temperatura ambiente que provocó. Lo único que quer esta lluvia provocó es que todo el recorrido fuese altamente resbaladizo y hubiese que extremar las precauciones al pisar pasos de cebra o, simplemente, afrontar un giro para cambiar de calle.
Finalmente, el bueno de Chema se hizo un entrenamiento por las calles de Almansa, pues tampoco tuvo competencia (el segundo clasificado acabó a casi 3 minutos por detrás de él) y realizó un modesto 1:09.
Sin embargo, tras analizar los tiempos de varios corredores que siempre acaban por delante mío, me he dado cuenta que a la gente se le hizo muy dura y bajó mucho su rendimiento habitual. Quizás influya el mes de Mayo infernal que ha deparado el circuito, con tantas carreras y tan duras. Todos los corredores son humanos y tarde o temprano acusan el cansancio. Y yo llevo ya una temporada acusándolo. Pero no hay margen para respiros, que la competición por los primeros puestos de la general del circuito está más que reñida.

martes, 19 de mayo de 2009

Round 12: Casas Ibáñez

Era la segunda vez que acudía a esta carrera, pero la primera vez que en realizad la corría. Me explico. El año pasado, el recorrido serpenteaba las calles del pueblo en un circuito algo inferior a los 5kms, que se hacía tres veces. Sin embargo, debido a la terrible diferencia de nivel existente entre los atletas punteros y los últimos del pelotón, dicho recorrido provocaba que se doblase a mucha gente y unos corredores molestasen a otros.
Pero la organización decidió este año dejar parte de este circuito urbano para la carrera de la mujer, y crear un nuevo recorrido para la carrera grande. Este recorrido apenas recorre el pueblo: lo justo y necesario para establecer la recta de meta. El resto discurre por carreteras y caminos cercanos que llevan a las inmediaciones del río Cabriel. Hay que decir que el recorrido ha ganado en belleza, pues el tramo entre los kms 6 y 9 es realmente espectacular. Pero sin duda, ha pasado de ser una carrera llana a ser una carrera de media montaña. Y es que el sol achicharrante que se sufría durante los primeros 6 kms era un juego de niños comparado con los que venía a continuación.
Como ya he dicho, el km 6 marcaba un punto de inflexión importante en la carrera, pues ahí se comenzaba un fuerte descenso hacia el río Cabriel con unas rampas de hasta un 11%. Pero la pista de bajada estaba en muy buenas condiciones y el descenso se realizaba de una manera muy cómoda. Del km 7 al 9, el recorrido discurría paralelo al río, en una sucesión de toboganes de subida y bajada que iban mermando metro a metro las fuerzas de la peña.
Pero llegó el km 9 y, para sorpresa de más de uno (incluído un servidor), una prueba de atletismo pasó a ser una prueba de escalada. Quizás exagero un poco, pero ni siquiera en mi época de ciclista he visto unas rampas tan fuertes. Tanto es así, que aún subiendo andando, la gente que corría no iba mucho más rápido que yo. Esa era la trampa que la organización había preparado y que el comentarista oficial tanto anunciaba por megafonía instantes previos a la salida. Pero sinceramente, yo también pensaba que exageraba hasta que la vi con mis propios ojos. Valga como prueba la siguiente imágen (cortesía de mi pulsómetro con GPS), que muestra el desnivel en %. Del km 9 al 10, el desnivel medio rona el 8%, y se alcanzan picos cercanos al 16%.


El llegar a la zona llana de nuevo fue bastante gratificante. Ni siquiera el sol implacable y el viento de cara que soplaba en los últimos 5km eran peor que las rampas superadas.
Al final, pese a realizar una carrera normalita (los ritmos hechos son bastante mediocres comparados con los que llevaba a principio de temporada), acabé en una posición bastante cómoda dentro de los 25 primeros. El día que recupere la forma y el ritmo, en este tipo de carreras podría llegar a pelear por entrar entre los 10 primeros, pero eso es ya otra historia.

domingo, 10 de mayo de 2009

Rounds 5, 7, 9, 10, 11 y Torrente

Últimamente he recibido ciertas quejas de mis "fans" acerca de mi dejadez a la hora de actualizar el blog. Y la verdad es que tienen más razón que un santo. De echo, el título de este artículo lo demuestra: 5 carreras del circuito de Albacete más otra de propina del circuito de Valencia. No hay excusa para lo que he hecho (mis 3 ó 4 lectores deben estar muy cabreados, jeje), por lo que directamente voy al mondongo.
I Carrera de Fuentealbilla
Esta carrera ha debutado este año en el circuito y lo ha hecho con una mas que aceptable organización. Puede que a no mucha gente le suene este pueblo, pero si digo que es la cuna de uno de los mejores (por no decir el mejor) futbolistas del momento, puede que la gente se haga una idea. Si señores, es el pueblo que vió a Andrés Iniesta pegar sus primeras patadas al balón.
Pero como eso no le interesa a la gente, vamos a lo importante. La carrera se celebraba en unos de los primeros días realmente primaverales, en los que el sol fue uno de los protagonistas. El recorrido de 4,5 km (se daban dos vueltas) circula por los alrededores del pueblo, serpenteando por los cerros cercanos. La primera sorpresa se encuentra en el kilómetro 1, donde una pared de pendiente realmente terrible empieza a calentar las piernas de la gente. El siguiente km es un falso llano en subida que terminar de dejar las piernas calentitas para las bajada que le sigue de 1 km aproximadamente. El resto del recorrido es una pequeña subida hasta la parte superior del pueblo para bajar callejeando hasta la meta.

II Carrera Popular de Barrax
Primera carrera que se desarrolla este año con autentico calor (más de 25º) y que a más de uno le pilló de sorpresa (alguna que otra lipotimia tuvieron que atender los del SAMUR en meta). El recorrido es realmente puñetero pues se desarrolla en sus primeros kms por las callejuelas del pueblo y el resto por los campos cercanos. Lo peor que se encontró la gente fue el fuerte viento que frustró los esfuerzos de más de uno.

Carrera Popular de Alpera
Era la segunda vez que hacía esta carrera y decidí salir con calma, pues sabía de los repechos trampa que jalonan el recorrido. Si el año pasado la salida se demoró por un corte eléctrico que impedía el uso de las máquinas de cronometraje, lo de este año fué peor con la granizada que sorprendió a los corredores. Menos mal que duró algo menos de 5min, pues correr en esas condiciones es algo complicado (a la vez que doloroso).
A nivel personal, esta carrera fue el principio del bajó que atravieso en estos momentos, pues de los 10km de los que consta el recorrido, únicamente fui capaz de aguantar unos 8 a buen nivel. Los dos últimos los hice como pude.

Media Maratón de Torrente
Aprovechando que el día de antes había corrido en Albacete la carrera de Alpera, decidí hacer la media maratón de este pueblo para acumular algo de kilómetros de cara a las medias maratones de Albacete y Almansa. Yo pensaba que el recorrido era llano. Pero cuál fue mi sorpresa cuando llegué allí y comencé a correr por aquellas calles. Nada más decir que el primer repecho realmente fuerte en el kilómetro 5 me dejó completamente ko, y de ahí hasta meta me arrastré como pude. Durante este último mes estoy experimentando un gran bajón de forma que se agudiza en cuanto el terreno pica hacia arriba. No es que me cueste escalar: es que prácticamente tengo que hacerlo andando (a ritmos superiores a 5min/km) y, eso supone una sangría de minutos en el total del recorrido que me deja hundido en la clasificación.
Al final, acabé la carrera como pude jurando que en años sucesivos volveré para vengarme y hacer una marca como dios manda.

II Carrera Popular de Valdeganga
Primera vez que venía a esta carrera. Conocía este pueblo de mis tiempos de ciclista y, parte del recorrido formaba parte de la ruta que solía hacer con la bici.
El recorrido transcurría por parte del pueblo para salir a los campos cercanos y afrntar una bajada larga hacia el río Júcar. El desnivel entre el pueblo y el lecho del cañon por el que discurre el río es de cerca de 100m, desnivel que se solventa de nuevo por carretera en una distancia cercana al kilómetro y medio. Eso supone un desnivel medio cercano al 8%, que, como he relatado para la carrera de Torrente, no es el mejor terreno para mis condiciones actuales. Valga decir que sufrí mucho pero conseguí llegar a la cima (no recordaba esta subida tan dura cuando la hacía con la bici).

Media Maratón de Albacete
Carrera en casa que tenía marcada en el calendario como una de las carreras principales del año. Hace un par de meses me marqué un objetivo: hacer 1h15min en media maratón este año, y esta carrera es ideal para realizar la tentativa. Pero de los deseos a la realidad hay bastante distancia. Tanto es así, que el viernes pasado ya me contentaba con bajar de 1h20min, cosa que veía bastante negra también.
El caso es que, dada mi baja forma actual, me he tomado la salida con calma marcando un ritmo cómodo. Esa decisión no ha sido muy acertada, pues en una carrera con más de 2000 personas buscando coger sitio a toda costa en los primeros metros, si sales lento te comen. Y eso ha pasado: en los primeros 100 metros me han pegado tres patadas que casi me tiran al suelo. Afortunadamente, la cosa ha quedado en susto. El resto del recorrido sí que he podido poner mi ritmo de crucero y tirar para alante: el km 10 lo he pasado en 38:27, lo que me ponía en ritmos de 1h20 para el final de carrera. Pero el cansancio acumulado durante toda la temporada ha pasado factura y la segunda parte de la carrera no he podido mantener el ritmo y los tiempos se han ido más allá de mis objetivos. Al final, 1:22:30, un tiempo que hace apenas un año hubiese firmado con los ojos cerrados, pero que para este año es un tiempo bastante mediocre.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Round 4: Villarrobledo

Tras el periplo de tres carreras surcando la sierra del Segura, el circuito se desplaza a tierras más propias de la mancha: menos cuestas (aunque como las meigas, haberlas hailas) y mucho viento (por eso tenemos en la provincia unos de los parques eólicos más grandes de Europa). Y es que no podía evitarse el que una o dos lágrimas saltasen al ver lo que la climatología había preparado para ganar protagonismo a la misma carrera: viento racheado que para más inri, soplaba de cara en las zonas de bajada del circuito.
El circuito por sí mismo es bastante exigente, ya que cuenta con abundantes repechos que evitan que puedas coger un ritmo de crucero. Si además concretamos que se trata de una media maratón, la cosa se complica. Pero añadirle viento a una combinación explosivo por sí misma, da lugar a una guerra. Ya lo se, estoy exagerando un poco las cosas, pero hay que darle un poco de emoción al relato para que la gente siga leyendo. Como decía, la carrera era ya por sí misma lo suficientemente dura como para necesitar una ayudita del dios Eolo. Basta ver el tiempo empleado por el vencedor final: 1h 12 minutos, muy lejos de los tiempos medios que se suelen hacer en otras carreras similares (en torno a la hora y un minuto). Si embargo, los más de 500 valientes que semana a semana se dan cita en las carreras del circuito no se desanimaron y tomaron la salida con la ilusión de aquél que corre por primera vez (creo que no transcribiré los comentarios que algunos atletas hacían sobre el clima, ya que corro el riesgo de que me clausuren el blog :-p) y coparon las calles de la cuna del Viñarock (por mucho que Benicásim lo reclame, el original es este, dicho queda).


Finalmente, la carrera transcurrió sin problemas bajo la atenta mirada del numeroso público que se congregaba en las calles, y los favoritos al triunfo, trinfaron. Poca más historia para una carrera que resultó ser una lucha contra el viento más que contra los oponentes.

lunes, 9 de marzo de 2009

Round 3: Riópar

Tras el forzado parón en las carreras del circuito a causa de la maratón de Valencia, este pasado fin de semana volvía la competición al circuito diputación, con una nueva prueba en el calendario que, por la localización de la misma, no hacía presagiar nada bueno. Matizo mis palabras: nada bueno porque en la zona de la sierra del Segura no hay ni un metro de terreno llano y la altura media ronda los 1000m, unos 1000 más de la altura a la que estoy acostumbrado a vivir. Además, las lluvias casi torrenciales que acosaron todo el país la semana precedente amenazaban el estado de los caminos por los que tendría que discurrir esta carrera. Tanto es así que por la zona de salida circulaban rumores de que el trazado había sido modificado esa misma mañana debido a que ciertas zonas del camino estaban impracticables a causa del barro acumulado. Aunque la versión oficial que daban los periódicos al día siguiente desmentían dicho rumor.
Y sinceramente, me cuesta creérmelo, ya que ninguna mente en su sano juicio podría haber confeccionado dicho recorrido pensando en la seguridad de los más de 500 corredores que allí nos dimos cita. Hacia la mitad de la carrera, tras coronar el puerto al que se subía, inmersos en una bajada tumba abierta, el recorrido se introducía por senderos estrechísimos y torrenteras con una pendiente brutal y un firme inexistente. Tanto es así que en cierta parte de la bajada llegué a cerrar los ojos y rezar por no dar un mal paso, porque una caída en esa zona hubiera sido fatal. Primero porque no hubiese quedado hueso en mi cuerpo si quebrarse, y segundo porque sólo un helicóptero de rescate me hubiese podido sacar de allí (helicóptero que dudo la organización tuviese preparado). Al final, parece que la suerte se alió con el buen juicio de los corredores y no tengo constancia de ningún incidente.
Pero pese a todo lo dicho, la carrera es una de las más bonitas que he hecho hasta la fecha. Dura como ella sola, si, pero de esas que gusta correr por la belleza del entorno y la exigencia del recorrido. Y es que la zona de la sierra del Segura y el calar del Río Mundo es posiblemente la zona más bella de la provincia.











La carrera partía del pueblo de Riópar en una mañana más que agradable para la práctica de ejercicio y, tras reaalizar un pequeño callejeo para calentar piernas con las primeras cuestas, se dirigía hacia la montaña cercana que a continuación se habría de subir.


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El terreno no estaba en muy buenas condiciones debido a la acumulación de barro (en tramos más bién parecía un cross que una carrera popular) y eso se notaba en las subidas más pronunciadas. Bueno, el barro y las secuelas de la maratón, que todavía tienen mis isquiotibiales atenazados y hacen del subir cuestas una misión prácticamente imposible. Tras cinco kilómetros de subida continuada, llegaban otros 5 de bajada hacia el pueblo, una bajada para valientes como ya comenté antes, pero que se agradecía. No se si mi reloj GPS funcionaba correctamente, pero en cirtos puntos llegó a darme ritmos inferiores a 3 min/km en dicha bajada, ritmo que en esas condiciones era bastante rápido.




Pero al final, la carrera transcurrió sin mayores problemas y se pudo acabar en un puesto bastante digno dada la condición en la que llegaba a ella.

lunes, 23 de febrero de 2009

Maratón de Valencia 2009

Pocas veces una carrera reúne los requisitos que esta maratón ofrecía este año: un trazado completamente plano, un circuito divertido y ameno, con continuos cambios de dirección en los primeros kilómetros, una temperatura más que agradable y una organización más que loable. Pasando por alto el hecho de que hacía un poco de viento, la carrera parecía sacada de las mejores fantasías de un corredor. Y es que se daban todas las condiciones para realizar una buena carrera.


Tanto es así que la tan odiada crisis económica también contribuyó a que el cartel de figuras se redujese hasta casi la nulidad (dos keniatas de medio nivel llegados a muy última hora completaba el cartel) y la maratón fuese más popular que nunca. Como prueba de ello, los tres primeros clasificados son españoles, naturales de la tierra. El tiempo del ganador un crono más que humilde (bueno, humilde para unos, ansiado por muchos otros) de 2 horas 26 minutos. Las dos figuras de ébano, perdidos en la clasificación a más de diez minutos del ganador.

Pero si embargo, este sin duda ha sido mi año. Tras un debut en 2008 más que digno, pues correr la maratón en 3h4min sin haber preparado la prueba tiene mucho más mérito del que parece, este año me he confirmado en la distancia logrando un crono impensable para mi tan sólo hace unas semanas: 2h 46m 19s. El objetivo antes de la prueba era realizar un ritmo medio de 4min el kilómetro, lo que hubiese dejado la marca en algo menos de 2h49min. Pero ese día todos los astros se alinearon y la preparación realizada durante varios meses dio su fruto. Ese tiempo me permitió cruzar la meta en la posición 45 (19 en mi categoría), que comparada con los 3200 participantes de la prueba, hace que mi gozo desborde de alegría.

Ya desde el principio sabía que el día iba a ser bueno: me levanté fresco como una rosa, me tomé un buen desayuno y partí hacia el lugar de la salida dando un paseo (casi 2km). La mañana era realmente fría, hasta el punto de que en muchos momentos tenía la piel de gallina. El sol se negaba a salir y los momentos previos a la carrera, ya sin ropa de abrigo, se hacían verdaderamente duros. Pero en el momento que Lorenzo se dignó a aparecer, su rayos dejaron una temperatura perfecta para correr.

A las 9 en punto se daba la salida entre el alboroto de la gente que en los márgenes de la pista se agolpaba. Tanto era el ruido que apenas si se oía el ruido de megafonía. La salida no era demasiado complicada, a excepción de un cámara de la televisión local, que tuvo la “feliz” idea de grabar la sensación de ser arrollado por 3200 personas corriendo. El ritmo de salida fue más o menos el pactado con los compañeros de 4min/km. Pronto la zona delantera de la carrera se fue fragmentando en grupillos que aunaban fuerzas de cara a los cerca de 40km por venir. En el km 3, el primer paso por el jamonero (apodo con el que ya se conoce al puente que cruza la Ciudad de las Artes y las Ciencias), con su pendiente machacona que empezaba a calentar las piernas. En el km 8, entrada al trazado de la fórmula 1. Ya en esos momentos la carrera estaba totalmente fragmentada y nuestra labor consistía en dar caza a grupos por delante nuestro. Pero en este punto tenemos que lamentar la primera baja de unos de los llamados a realizar un carrerón, que se quedó descolgado y ya no pudo pillarnos. En el km 11, paso por el puente móvil del puerto y, tras él, primer paso por línea de meta. De ahí enfilamos la calle de la Reina dirección avenida de los Naranjos, donde por suerte pudimos encontrar un grupo que marcaba un ritmo perfecto para los dos compañeros que quedábamos de la sección. Paso por el politécnico y vuelta hacia la estación del Cabañal, donde enfilamos Blasco Ibáñez hasta girar por la avenida de Aragón. De ahí todo recto hasta el centro por la calle Colón, donde nos esperaba la pancarta de la media maratón. El tiempo por ella, 1h23min, la que hubiese sido una gran marca para mi hace un año. Tras abandonar el centro, cruzamos el río y entramos en la zona de Campanar, donde el esfuerzo realizado comienza a pasar factura y tengo una pequeña crisis. Afortunadamente, consigo superarla y seguir sin problemas en el grupo en el que iba. Todo sigue igual hasta más o menos el km 30, distancia psicológica en la que se suele colocar el tan temido “muro”. Mi compañero empieza a flaquear y decidimos correr con algo más que piernas y corazón: con la cabeza. Sabedores de que quedan 12km por la zona menos atractiva del circuito (una recta de 10km por una zona totalmente abierta), relajamos el ritmo hasta ese momento casi perfecto de 3:54 a algo más de 4. Durante varios kilómetros seguimos a ese ritmo sin muchos problemas. Ya que el tan temido muro de los 30 no nos había tumbado, la organización decidió colocar el suyo propio en el km 36: un puente con un desnivel que desde la lejanía a más de uno hizo llorar solo de pensar que había que subirlo. Y este muro fue el que dejó a mi compañero bastante tocado, hasta tal punto que ya no pudo seguir el ritmo que estábamos marcando. A partir de entonces emprendí mi carrera en solitario hasta la meta: 6 km sin más compañía que los ánimos de los espectadores que abarrotaban las calles y una ilusión bárbara por llegar a meta. Sin embargo, por mucho que yo trataba de empujar, mis piernas se negaban a ir más rápido de lo que habían ido hasta entonces. Por lo menos no me obligaron a ir más despacio salvo en el tramo que se volvía a cruzar el jamonero, tramo en el que pedían a gritos un poco de descanso. Pero ya sólo quedaban tres kilómetros y era momento de ser valiente. Fijando la vista al frente, uno a uno fui cazando los corredores por delante de mí. De que me quise dar cuenta, estaba a poco más de un kilómetro de meta, entrando en un puerto totalmente abarrotado de espectadores que gritaban sin parar mi nombre (o soy muy famoso o la idea de los organizadores de imprimir el nombre en el dorsal con un tamaño de fuente lo suficientemente grande como para ser leída desde varios metros de distancia, había dado sus frutos). Yo seguía con los mío: cazar “cadáveres” y seguir adelante. Hasta que el cuerpo me quiso dar una pequeña lección por el sufrimiento infringido durante 41 km: un ligero pinchazo en la parte interior de la rodilla que me hizo temer los peor a escasos 500m de meta. Afortunadamente no fue más que eso, un aviso, y pude seguir adelante. Guardo con especial recuerdo los últimos trescientos metros, en los que realicé un sprint realmente alucinante (que me llevo a adelantar a 2 corredores más, uno de ellos a escasos 2 metros de la meta) que el pulsómetro dice hice a un ritmo de 3:07min/km. No está mal como colofón a una maratón.

Tras cruzar la meta, mil y una cosas se me venían a la cabeza. Ya sin tiempo para saborear el trabajo realizado, estaba dándole mil y una vueltas al recorrido y al ritmo llevado en cada tramo, intentando analizar dónde podía haber mejorado. Pero al juntarme con todos los corredores que habían acabado antes que yo (incluidos dos morenitos cabizbajos) y ver la satisfacción de aquellos que llegaban tras de mí, no pude más que participar de la fiesta y disfrutar del momento.

Esta celebración se volvía agridulce por momentos cada vez que llegaba algún conocido que había sufrido más de lo esperado. Pero pese a al dolor de una oportunidad perdida, esta la satisfacción de haber conseguido acabar la carrera y de saber que al año siguiente volverán a tener una oportunidad.

Sin duda, esta ha sido una de mis mejores carreras hasta ahora. Espero que el año que viene muchos puedan decir también lo mismo.