lunes, 22 de junio de 2009

Round 17: San Pedro

¡Cómo engaña el perfil publicado en el folleto de la carrera! Cualquiera que lo vea dirá: "si la carrera es cuesta abajo, no debe ser muy dura" Y no le faltaría razón, pués la salida se encuentra en la aldea del Sahuco, a 1.135m de elevación, y la meta situada en San Pedro, a 836m. El desnivel neto es de 300m negativos.
Pero por mucho que el perfil nos diga que vamos bajando a medida que avanzamos en la prueba, puedo asegurar que no da esa sensación desde dentro de la carrera. Es más, esos 300m de desnivel se encuentran intercalados con innumerables toboganes que rompen el perfil descendente, .... y las piernas de quien los recorre.
Como aperitivo a este recorrido, en los dos primeros kilómetros se sube un pequeño puerto que, aunque no es demasiado exigente en sus desniveles, sus más de 1.5km dejan a cualquiera seriamente tocado si no te lo tomas con calma (y como soy un chico aplicado, no he vuelto a cometer el error del año pasado). Tras éste, una bajada bastante rápida de otro kilómetro para tomar en el km 3 el camino que ha de llevar el recorrido hasta La Solana, situada en el km 10. Este tramo es ciertamente traicionero, pues no encadena más de 200m seguidos con el mismo perfil: subes, bajas, subes, llaneas, bajas, llaneas, bajas, subes,.... y así durante 7 largos kilómetros. Lo único bueno de este tramo es la sombra que arrojan los árboles que lo jalonan.
Llegado al km 10, el recorrido da un vuelco total: se pasa del camino al asfalto (si se le puede llamar así), y de la entre-sombra de los árboles a la insaciable voracidad de lorenzo. Y es que desde el km 10 hasta meta la única sombra que puedes encontrar es la del corredor que va delante tuyo, eso sí, si es más alto que tú.
Estos últimos km se hacen especialmente duros por el calor, ya que los cerca de 30º que contabilizaba el mercurio en esta edición fueron más decisivos que los 17km de la carrera.
Los dos últimos kilómetros ya se realizan dentro del pueblo, trazando estrechas callejuelas hasta llegar a la línea de meta. Pero en vez de cruzar por debajo del esperado arco, el recorrido se desvía hacia la iglesia del pueblo, la cual está construída en una pendiente que, aunque no es ni muy larga ni muy fuerte, no tiene misericordia de los pobrecillos corredores que llevan 16km de bastante dureza en sus piernas. En mi opinión, este último kilómetro es una broma pesada que, en una primera edición puede sentarte bien o mal, pero que en la segunda vez que participas, no te hace ni puñetera gracia. Ya veremos qué pasa en la tercera.

miércoles, 17 de junio de 2009

Round 16: 10 Millas Madrigueras

Recuerdo que en la edición del 2008 lo pasé bastante mal en esta carrera. Era pleno verano, a una hora no demasiado tardía por la tarde, y hacía calor. Mucho calor. También recuerdo que España jugaba uno de los partidos de la priemera fase de la eurocopa, creo que contra Suecia. Y que el pueblo se encontraba dividido entre animar a los corredores y ver la televisión. Eso sí, cada vez que uno de los dos equipos marcaba, todo el mundo se daba cuenta por los gritos desatados en cada callejuela.
Este año no jugaba la selección (lo hacía al día siguiente en el torneo ese que nadie sabe como se llama ni quién lo juega), pero seguía haciendo mucho calor. Tanto es así, que Protección Civil recomendó a la organización del evento retrasar media hora (de las 19 a las 19:30) el pistoletazo de salida. Pero aún así, el calor persistía. Por lo que pude ver en algún termómetro callejero, la temperatura ambiente sobrepasaba los 34ºC.
Pero este año no he sufrido tanto como lo hiciera el año pasado. La razón es sencilla: salí a correr con una contractura y no forcé en ningún momento. Simplemente me dediqué a disfrutar del paisaje y realizar un entrenamiento a un ritmo medio.
La cuestión es que me situé en la parte trasera del pelotón en la línea de salida, pues tenía pensado salir despacio y no quería molestar al resto de corredores que suelen salir a saco paco. El primer kilómetro fue una toma de contacto con la carrera para ver las sensaciones que mi contractura arrojaba. Al ver que todo iba bien, decidí ir subiendo poco a poco el ritmo para encontrar sensaciones y ver como se comportaba la pierna. Y todo fue bien hasta llegar a un ritmo máximo en el que la pierna empezaba a dar pequeños avisos. Y como chico aplicado, me tomé dichos avisos muy seriamente y bajé de nuevo el ritmo hasta cotas más cómodas.
Sin duda, la mejor parte de esta carrera ha sido el ver el pelotón desde su parte trasera, ver el esfuerzo de cada corredor dando su máximo, luchando contra el calor, el aire, la inclinación del terreno, etc. Casi me daba vergüenza el ir entrenando y pasar a la gente como si fuese montado en bicicleta. Para darse una idea de este hecho, debí salir sobre la posición 400 y llegué a meta sobre la 100. La carrera fue un continuo adelantamiento de corredores, lo que moralmente a mí me supo a gloria. Pues no hay mejor motivación que ver que vas más fuerte que el resto y que prácticamente no necesitas realizar un gran esfuerzo para progresar.
Resumiendo, ha sido una carrera extraña por la forma en la que la he competido pero bastante gratificante al final. Pues aunque esta carrera me ha retrasado en la clasificación del circuito, al final del año me aportará unos puntitos que van a venir muy bien para mantener o ganar puestos.

lunes, 8 de junio de 2009

Round 15: Media Maratón Tobarra

Es cierto que de un año para otro la percepción de una carrera puede cambiar completamente dependiendo de las motivaciones personales de cada uno y de las condiciones ambientales que te reodean. Es el caso de esta carrera. El año pasado llegaba lesionado (con una periotitis que me mataba y me impedía practicamente caminar) y tras pasar una noche de farra a causa de la boda del Chache, un amigo de toda la vida. Alcohol y chuletones, aderezados con el marisco de la tierra (el saber popular dice que el jamón es el "pescao de gorrinera", y como saber popular hay que respetarlo), no son la mejor combinación para afrontar una media maratón. Si además añadimos que el recorido es uno de los más pestosos de todo el circuito (subes, bajas, subes, bajas, ... y así durate 21 largos kilómetros) y que sea el día que sea la carrera siempre llueve (comprobado: dos participaciones y en las dos ha llovido), el resultado es una participación muy inferior a la media del resto de carreras (300 personas frente a las casi 500 de media).
Eso si, los 300 estábamos allí (esta vez no íbamos vestidos de espartanos :-)) somos asíduos corredores, enfermos tal vez, que apenas fallamos ninguna carrera.
La historia de la carrera es corta: con una participación tan corta, en seguida se formaron grupillos de dos ó tres corredores que llenaron las calles de la ciudad. Los más rápidos en seguida abrieron hueco y el resto hicimos lo humanamente posible para seguirles en la distancia. Pero las constantes subidas y bajadas de las calles de la localidad pronto empezaron a hacer mella en la gente y, en la tercera vuelta del circuito de 7km, las fuerzas empezaron a flaquear. Sin duda, esta es una de las medias más traicioneras que te puedes encontrar, pues no hay tiempo para el más mínimo descanso, al menos si no quieres perder tiempo.
Al final, mejor carrera en cuanto a posición de la temporada (es lo que tiene cuando va poca gente), pero sobre todo una notable mejoría en cuanto a las sensaciones durante la prueba. Parece que voy recuperando la forma poco a poco.
Lo malo es que ya se acaban las carreras duras y empieza el calendario de carreras de 10km. Será cuentión de ir preparando el campeonato de España y usar estas pruebas como un entrenamiento rápido.

miércoles, 3 de junio de 2009

Round 14: Abengibre

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces seguidas en la misma piedra. Y no podía ser más cierto el dicho: yo soy la prueba viviente de ello.
La edición del año pasado de esta prueba me enseñó una cosa: los que van en cabeza corren mucho y no hay que intentar seguirlos, pues tarde o temprano vas a hincar la rodilla en tierra. Pero este año he optado por obviar esta sabia enseñanza y he vuelto a tirar con la "élite". Y lo he pagado.
Para poner en antecedentes a quién nunca ha corrido esta carrera, se dan dos vueltas a un circuito de 4.950 metros, que se estructura más o menos de la siguiente manera: un primer kilómetro con una subida continuada con desniveles medios de un 5%, 1 kilómetro de llaneo (casi siempre con viento en contra), 2 kilómetros de bajada y otro kilómetro callejeando por el pueblo en terreno variado. Sumemos a todo ello que tan sólo en el último kilómetro se puede encontrar una mínima sombra que palie los efectos de un sol de justicia (32ºC este año, casi nada) y ya tenemos una carrera bastante completa.
Sobre todo, la mayor trampa del recorrido es el primer kilómetro, ya que la gente está fresca y tira con fuerza. Para la primera vuelta al recorrido, la táctica es buena, pero cuando comienzas la segunda, te das cuenta que deberías haber guardado ese puntito de fuerza que tan alegremente has despilfarrado. La bajada también tiene su pequeño riesgo, ya que las piernas avanzan con una zancada muy alegre sin darse cuenta de que lorenzo está causando estragos. Pero la parte que realmente te mata es el kilómetro por el pueblo, que con sus continuos cambios de dirección y de pendiente, te mina las fuerzas a base de cambios de ritmo. Y los cambios de ritmo son lo que peor le sientan a un corredor diesel como yo.
Pero no todo son trampas y cosas malas: la cantidad de gente del pueblo que se vuelca en el esta carrera, tanto colaborando como animando desde la acera es impresionante. Probablemente sea más del 90% de la población.
Como ya he dejado caer al principio, este año volví a usar la estrategia del año pasado: salir fuerte al principio para manternerme con el grupo cabecero e intentar aguantar hasta el final con ellos. Me he dado cuenta de que esta estrategia no es la más adecuada para mi, al menos mientras tenga un ritmo mucho inferior al de esta gente, pero sin duda el año que viene la volveré a usar, porque como dice el refrán: a la tercera va la vencida!!

Round 13: Almansa

Llega una de las carreras más importantes en mi calendario personal de competición, una carrera que, junto a la media maratón de Albacete, la tengo marcada en rojo como uno de los objetivos de la temporada. Además, el recorrido es bastante propicio para realizar una marca bastante buena, lo que es un aliciente al ser un recorrido homologado por la RFEA.
Además, al ser Almansa un pueblo que se encuentra en una zona cercana a cuatro provincias (Albacete, Alicante, Valencia y Murcia), la participación es simplemente asombrante: este año 4200 personas!!!
La verdad es que también ayuda a la convocatoria la peazo bolsa del corredor que regalan a los participantes (sin duda la mejor de todas las carreras en las que he estado), junto con los premios adicionales que dan a los primeros clasificados: a los 150 primeros hombres un par de zapatos y a todas las mujeres un par de zapatillas. Teniendo en cuenta que la inscripción cuesta entre 6 y 8 euros, es una carrera la mar de rentable.
Dejando aparte el tema de regalos, este año la carrera contaba con un padrino de lujo: un tal Chema Martínez. Perdón, el señor Chema Martínez, porque al mejor fondista que hemos tenido en los últimos años en España hay que tratarlo de usted. Junto con todos los actos que rodeaban su visita, la organización pretendía de él el que rebajara el record de tiempo de la prueba, establecido en 1:06 por Conrado Oñate (creo que fue él, pero no estoy muy seguro). En principio la tarea no era demasiado complicada por los motivos ya señalados: recorrido propicio y atleta de talla mundial. Pero con lo que no contaba nadie es con la lluvia que acompañó durante toda la prueba. No es que fuese una lluvia intensa ni molesta, pues se agradecía el bajón de temperatura ambiente que provocó. Lo único que quer esta lluvia provocó es que todo el recorrido fuese altamente resbaladizo y hubiese que extremar las precauciones al pisar pasos de cebra o, simplemente, afrontar un giro para cambiar de calle.
Finalmente, el bueno de Chema se hizo un entrenamiento por las calles de Almansa, pues tampoco tuvo competencia (el segundo clasificado acabó a casi 3 minutos por detrás de él) y realizó un modesto 1:09.
Sin embargo, tras analizar los tiempos de varios corredores que siempre acaban por delante mío, me he dado cuenta que a la gente se le hizo muy dura y bajó mucho su rendimiento habitual. Quizás influya el mes de Mayo infernal que ha deparado el circuito, con tantas carreras y tan duras. Todos los corredores son humanos y tarde o temprano acusan el cansancio. Y yo llevo ya una temporada acusándolo. Pero no hay margen para respiros, que la competición por los primeros puestos de la general del circuito está más que reñida.