lunes, 30 de agosto de 2010

Las fatalidades de un no profesional

Hola muchachada,
hace ya bastante tiempo que he estado algo desconectado del blog y apenas le he prestado atención. El motivo principal de mi ausencia se debe a una clara pérdida de motivación causada por el mal año que estoy pasado a nivel deportivo (que no personal ni profesional, que está siendo normal).
El caso el que desde principios de año no levanto cabeza con los problemas físicos y llevo ya, en este moemento, 2 meses de parón total por una maldita tendinitis aquilea que me está quitando la vida.
Todo empezó allá por febrero mientras preparaba con una ilusión inusitada la Maratón de Valencia. A causa de un exceso de kilómetros, un calzado demasiado gastado, terreno muy duro o qué se yo, el caso es que los varios meses de preparación y sufrimiento se fueron al traste por una contractura en el músculo tibial posterior. Y esto sucedió a escasos 12 días de la maratón. En seguida me puse en manos del servicio de fisioterapia de la UPV, que trató por todos los medios de reducir la lesión de manera que pudiese llegar a la carrera. Y casi lo consiguieron. No porque no llegase, sino porque llegué pero no terminé. Mi maltrecha pierna dió para medio maratón y allí dijo basta. Sin duda esta fue la carrera más dura de mi vida, no por se una maratón, sino por tener que abandonar cuando estaba en una forma física increíble (obviando la lesión). Sin problemas físicos hubiese cuajado la mejor carrera de mi vida, bajando de 2h40min casi con toda seguridad.
Tras este duro revés, un mes en el dique seco con un objetivo entre ceja y ceja: la Maratón de Madrid. El objetivo, resarcirme del mal resultado anterior. Para ello, un nuevo mes de sesiones de fisioterapia, con interminables masajes de descarga y doloras punciones, que consiguieron recuperar la lesión. Sin embargo, el margen de entrenamiento remanente no llegaba a un mes. Y afrontar una maratón con cuatro semanas de entrenamiento en los últimos casi tres meses, es un bagaje bastante pobre. Y elló pasó factura a partir del km 25, en el que perdí las fuerzas y tuve que afrontar la parte final, dura como ella solo con los repechos y subidas de la capital madrileña, con más fuerza moral que física. Aún así, el tiempo fue relativamente bueno: 2h54min.
El tiempo transcurrió sin mayores problemas y me fui reincorporando gradualmente a los ritmos de entrenamiento y a las competiciones. Pero llegó el fatídico día...
Ese día lo recordaré durante bastante tiempo: el 10 de Julio. Dicho día se celebraba una carrera del Circuito Diputación de Albacete. Una carrera normalita de las cortas (10km) y con un recorrido totalmente llano. Los dos años anteriores había realizado dicha carrera sin mayores complicaciones, pues sólo hay que temer al calor y al más que inevitable viento de la mancha (que siempre está ahí). Este año, llegaba en buena forma física y quería disputar la carrera para meterme entre los 20 primeros. Y dicho objetivo era factible durante los primeros 2 km, pues iba bastante cómodo a un ritmo alto y cazando gente sin parar. Pero al llegar al km 2.5 empecé a notar un dolor en el talón izquierdo cada vez que pisaba. Sin darle mayor importancia, seguí adelante con el ritmo que llevaba. Pero medio kilómetro más adelante, el dolor se había convertido en algo totalmente insoportable hasta el punto de que me costaba apoyar el pie. Como consecuencia, a llegar a meta como buenamente pusiese sin importar la posición final (pues la disputa de la carrera ya era totalmente imposible).
El resultado de esa carrera fue una tendinitis en el tendón de aquiles de ambas piernas, que desde entonces no me permite correr y, ya dicho, casi ni andar más de 5 minutos seguidos. Es cierto que he cometido alguna locura este verano y he hecho 3 carreras con dicha lesión (intentando correr con el pie plano para no forzar los tendones, lo cual debe dejar una imágen bastante cachonda para todo aquel que me vea pasar), lo cual ha causado que la lesión perdure y no llegue a sanar, pero también es cierto que estoy ya que me subo por las paredes al no poder realizar ningún tipo de actividad. Pasar el verano timbado en el sillón está minando mi moral y esto tiene pinta de que va para largo.
De echo, prácticamente ya doy por perdida la temporada pues no voy a poder acabar los dos circuitos en los que estaba participando (los diputación de Albacete y Valencia) y, sobre todo, me voy a perder el campeonato de España de Media Maratón, que este año se celebra en "casa". No es en Valencia, pero es muy cerquita de aquí, en Puerto de Sagunto, y la ilusión de cuajar una buena actuacción en intentar que el club lograse una clasificación por equipos es algo superior a mis fuerzas.
Pero por ahora sólo se puede hacer una cosa: reposo, hielo y antiinflamatorios.
Ya vendrán tiempos mejores, pues como dice el refrán, 'carrera que el galgo no da, en el cuerpo la lleva'.

3 comentarios:

Kiko dijo...

Ánimo macho! Es duro estar parado, pero lo más importante es que te recuperes bien y a partir de entonces, las buenas marcas volverán a llegar!!

Y si te aburres... Pues nos pegas un toque y nos vamos por ahí a dar un voltio, que los colegas del poli no están solo para picarse en las series jeje!!

Ánimo y un abrazo!!

Woodman dijo...

Nene, que te voy a decir que no sepas. La vida y el deporte tienen muchas similitudes, una de ellas es que a pesar de entrenar duro de vez en cuando aparecen muros que derribar en forma de lesiones.

No dejes que una lesión te desmotive, piensa en que te tienes que curar y concéntrate en ello como si fuera una carrera.

Eres un ejemplo de superación y constancia, ahora más que nunca te toca demostrarlo, para no comerte el coco busca algo, no sé ¿te han dicho si puedes nadar? Lo mismo para matar el gusanillo estaría bien.

Ya sabes que lo que necesites aquí tienes a tu "anticoach" para apoyarte, estoy seguro que aunque tengas que parar un tiempo, vas a volver mucho antes de lo que piensas, ¡Ánimo nene que eres del Atletico joer!

Unknown dijo...

Álvaro, todos sabemos lo dificil que es saber parar a tiempo, pero trátate esa lesión y recuperala bien, independientemente del tiempo que tardes en hacerlo, para poder volver cuanto antes a empezar, poco a poco!
Mejórate!