viernes, 25 de septiembre de 2009

Campeonato de España de Media Maratón (Motril)

Casi un año ha pasado desde que nos dimos cuenta de que la marca mínima para participar en el campeonato de España de Media Maratón era más asequible que nunca, pues la Federación Española decidió aumentar a 1h20 dicho registro mínimo, quién sabe porqué. Pero el caso es que ello supuso que mucha gente pudiese acceder a la competición. Y entre ellos un servidor y varios compañeros.

Para la mayoría de los 5 integrantes que iniciamos esta aventura, éste era el primer – esperemos que el primero de muchos – campeonato en el que tomábamos parte y partíamos con tanta ilusión como un niño con zapatos nuevos.

Durante la semana previa, la ansiedad por el viaje fue in crescendo hasta el punto de que muchos no podíamos pensar en otra cosa. Sin embargo, el contar con un gran ‘delegado’ de equipo que (todo hay que decirlo, también es la ‘estrella’, pues no hay quien lo pille cuando se pone a correr…), que se preocupa por el más mínimo detalle, siempre ayuda a que todo salga a pedir de boca. Para dar cuenta de la preparación realizada, al llegar al vehículo que nos había de transportar a Motril, nos encontramos con un dosier de cerca de 50 páginas con toda la información relativa al fin de semana.

Pero para no aburrir al personal, vayamos al diario del fin de semana:

Viernes 18, 16 horas. Edificio de deportes.

Reunión de todos los integrantes del equipo que se dirige al campeonato. ¿Estamos todos? Pues va a ser que no. ¿Quién falta?

Exacto, es ella. Fiel a sus principios femeninos, se hizo esperar. Y eso que el presi de la sección acudió a despedirnos y desearnos buena suerte.

Una vez que todo el equipo estaba por fin completo, nos subimos a nuestro lujoso vehículo y pusimos rumbo a tierras granadinas.

Viernes 18. 18 horas. En algún lugar cerca de Murcia

Tras un par de horitas en nuestra limusina, el chófer decidió tomarse un respiro y pedir el relevo al volante. Ya de paso, decidimos parar en el pueblo más próximo para estirar algo las piernas y hacernos notar.

El dicho lugar – cuyo nombre nadie recuerda – hay quién descubrió su verdadera vocación en la vida

Pero sobre todo, pudimos merendar como dios manda: con productos frescos y de primerísima calidad.

Y digo esto para que nuestro entrenador sepa que no descuidamos nuestra preparación, pues aunque intentó ocultarse, le descubrimos espiándonos. Bueno, casi, sólo encontramos su coche.

Viernes 18. 21 horas. Granada

Tras otras casi 3 horitas de viaje en nuestro cada vez más lujoso vehículo (¡¡¡durante este tramo hasta teníamos hilo musical!!! Todo gracias a nuestro delegado-estrella- y ahora cantante… ¡¡Qué crack!!!) llegamos a Granada. Bueno, llegar no llegamos, pero la teníamos a la vista hasta que nos perdimos por las cercanías.

Como no nos aclaramos con el recorrido, un par de integrantes decidieron hacer una parada e invocar una danza a los dioses para que nos guiaran hasta el destino. Pero lo único que consiguieron fue arrancar una cara de auténtica perplejidad del gasolinero de turno que veía cómo dos colgaos se habían puesto a bailar en medio de su gasolinera.

Ese fue el momento de desplegar todo nuestro arsenal tecnológico y dejamos que el ‘tom-tom’ (más tarde re-bautizado como el ‘tonto-tonto’) nos llevase en volandas a nuestro hotel. Todo parecía muy fácil hasta que decidimos ponérselo difícil y nos metimos por la zona con más obras de Granada. Al final logró su cometido y nos llevó hasta el alojamiento, pero los continuos re-cálculos de ruta y la falta de una alimentación externa en la que recargar su batería (quién iba a decir que nuestro lujoso vehículo no contaba con un mechero de los de toda la vida que funcionase correctamente) dejaron unas secuelas irreparables.

Sin embargo, antes de llegar al hotel donde debíamos descansar durante esa primera noche, el chófer decidió que era mejor hacer un reconocimiento de la zona y recorrió todas las calles aledañas, ante los halagos y piropos del resto de acompañantes por tan gran idea.

Por fin llegamos al hotelito

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Y nos encontramos con el primer contratiempo del fin de semana: el recepcionista ‘en prácticas’ se ha liado con la reserva y ha reservado una habitación menos de las pedidas. Afortunadamente, el recepcionista ‘experimentado’ busca una solución al entuerto que acaba con la chica del grupo durmiendo con dos de los chicos. ¡Qué gran putada para ellos! Y lo mejor de esta solución es que todos disponíamos de unas pedazo camas de matrimonio… para compartir, claro. Menos mal que nos respetamos y la cosa no pasó a mayores…

Viernes 18. 22:30 horas. Granada.

Tras instalarnos correctamente, el grupo decide realizar un entrenamiento previo a la carrera. Tras informarse en el hotel de los lugares preferidos por los granadinos para entrenar, nos decidimos por ir a la zona denominada como “Calle Elvira”. Tras observar los atletas locales, decidimos imitarles y seguimos su mismo entrenamiento, basado en series. Para empezar, unas series relajaditas: 4x(caña – tapa) R: lo menos posible.

Creo que es la primera vez en mucho tiempo en que todos opinábamos que el entrenamiento se había quedado corto. De ahí decidimos hacer unos cambios de ritmo para ganar velocidad.

¡Y vaya si ganamos velocidad! Fue visto y no visto.

Pero todavía nos sabía a poco. Por eso decidimos por unanimidad el agregar un circuito de fuerza que nos hiciera sudar y, cual inmortales, sólo dejase a uno.

Pero dos atletas con una gran forma sobrevivieron a este duro entrenamiento y decidieron entre ellos deshacer el empate realizando Oberones hasta que solo quedase uno en pié. Según cuenta la gente que los vio, este fue un gran duelo, pero desgraciadamente no existe prueba gráfica de ello.

Sábado 19. 10 horas. Granada

Dado que el entrenamiento de la noche anterior fue tan agresivo que muchos de nosotros estábamos cargados, decidimos realizar una pequeña sesión de descarga. Para ello:

Nos avituallamos…

Posamos…

Estiramos…

Corrimos…

Hicimos cuestas…

Recuperamos el aliento…

Y finalmente, volvimos a estirar…

(¡Qué estilazo!)

Sábado 19. 13 horas. Granada

Tras el entrenamiento matutino nos decidimos a realizar una visitilla a la zona antigua de Granada. Callejeando, llegamos a las puertas de una librería en la que encontramos expuesto en el escaparate un libro sobre las últimas técnicas de entrenamiento descubiertas durante los pasados años. Sin duda, una joya que no podemos dejar pasar, pues si se quiere mejorar, hay que contar con los mejores materiales y técnicas. Nos rascamos el bolsillo y adquirimos dicho folletín para hacérselo llegar a nuestro entrenador.

Tanto entrenamiento en las últimas horas había dejado nuestro cuerpo bastante debilitado, por lo que decidimos ponerle remedio e ir a realizar una recarga de hidratos y de proteínas como dios manda…

Sábado 19. 16 horas. Alhambra (Granada)

Sabiendo que la carrera estaba próxima y que debíamos ultimar nuestras posibilidades de entrenamiento, decidimos ir a la zona con la orografía más complicada del lugar: la Alhambra. Allí, los Palacios Nazaríes,


La Alcazaba...

el Generalife…

el palacio de Carlos V…

Y por supuesto el barrio del Albaicín…

Fueron testigos de nuestro último entrenamiento

Sábado 19. 20 horas. En un parking de Granada…

Cuenta la leyenda que a estas horas, el lujoso vehículo que transportaba al equipo rumbo a Motril sufrió un desafortunado percance al encontrarse de repente con una columna. Y como toda leyenda que se precie, tiee su parte de verdad…

Sábado 19. 21 horas. Motril

Tras recorrer la distancia que separa Granada de esta localidad, nos dirigimos rumbo al hotel que ha de acoger nuestra presencia durante la noche previa a la competición. Por fin llegamos a él atravesando una de las zona más concurridas del pueblo (madre mía, la de gente que había por allí!! Así a bote pronto, nosotros y… nosotros). El recibimiento fue muy caluroso, pues los dueños se volcaron con nosotros desde el primer momento (normal, eramos el 75% de su clientela para ese día) y pusieron a nuestra disposición sus más lujosas suites: grandes, limpias y con un olor a perfume que endulzaba nuestro olfato.

Por desgracia, no hay prueba gráfica de todo esto, pero sirva como analogía este pantallazo de un capítulo de la serie Family Guy:

Ante tal suite, uno de los integrantes del equipo declaró:

“Esta noche voy a dormir como un bebé en estas camas”

Más tarde supimos que lo que realmente quería decir era:

“ni de coña me meto en esa cama, yo paso la noche sentao o en el suelo”

Sábado 19. 22 horas. Por las calles de Motril.

Nuestro último entrenamiento por la Alhambra nos había dejado tan debilitados que decidimos recuperar fuerzas en un restaurante cercano. Esta vez sí, hicimos una recarga de hidratos como Dios manda…

Tras esta frugal cena, decidimos reconocer el recorrido de la carrera, para poder preparar la estrategia. Pero dado que era de noche y poco se veía, trasladamos la preparación de la estrategia a un conocido lugar de la noche motrileña…

Eso sí, al menos uno de nosotros pudo preparar su estrategia a conciencia: proporcionarle al cuerpo ‘gasolina’ durante la carrera para evitar el cansancio y correr más. Lástima que se olvidase su ‘gasolina’ en el lugar elegido para preparar esta estrategia.

Sábado 19. 23 horas. Residencia base.

Todos en la cama para descansar (y cuando digo todos, es ‘todos’).

Domingo 20. 8 horas. En algún lugar entre la residencia base y la salida

Amanece un gran día y el equipo se encamina hacia la zona de salida…

Para confirmar que realmente estamos en el pueblo que toca, nos retratamos en un lugar característico…

Pero entonces nos damos cuenta de una cosa: no hemos desayunado todavía!!! Hay que poner remedio a ello…

Tras un buen desayuno, nos dirigimos a la línea de salida. Allí, mientras esperamos con ansia el inicio de la carrera, calentamos con gran intensidad…

Domingo 20. 10 horas. Línea de salida

Por fin llega el momento. Todo un año esperando esto. Miramos alrededor, divisando las caras de los 1100 atletas participantes (aunque sólo apenas 200 sean los que compiten por el título de campeón de España). Entre ellos, viejos conocidos de las tantas y tantas carreras que cada uno de nosotros hemos realizado durante el año. Se acerca el inicio de la prueba, los nervios aumentan, la tensión en el pelotón se hace notar, los atletas se apiñan intentando buscar la mejor posición de salida posible. Y sin más aviso que un inesperado disparo mientras la organización todavía situaba al pelotón tras la línea de salida, la carrera comienza.

A partir de aquí, los 21 duros kilómetros de este recorrido van quedando atrás uno tras otro. Los atletas van llegando a meta. El ganador de la carrera – que no campeón de España- un negrito de nombre impronunciable, que bate el record del circuito (ya me gustaría saber qué come esa gente para correr así!!).

Y para que conste que realmente corrimos…

Domingo 20. 12 horas

Tras una gran carrera por parte del equipo (todos pusimos de nuestra parte pero la organización no nos dio el premio a las ‘buenas intenciones’), nos relajamos con un buen chapuzón en la piscina…

Y una buena comida para recomponer fuerzas…

Domingo 20. 18 horas. En un bar indeterminado cerca de Murcia

De vuelta a casa tras la competición, decidimos parar en una cafetería para descansar un poco y estirar las piernas. El lugar, un bar en medio de un polígono industrial más vacío que la cabeza de Belén Esteban, del que sale una música a todo trapo. Una mirada al interior desvela un grupo de caballeros alrededor de una barra ocupada por dos señoritas. Pero no, no era un bar de streap-tease. (lástima!!). Era una cafetería normal y corriente.

Domingo 20. 21 horas. En la autovía camino de Valencia

Empieza el partido de la final del Eurobasket. España es la gran favorita. Tratamos de sintonizar la radio. Pero la muy jodía no permite que podamos escuchar el partido. Vamos, ni el partido ni cualquier otra cosa. Como no hay nada con lo que distraerse, uno de los integrantes del grupo decide poner toda la carne en el asador y tira de la música que almacena en la memoria de su teléfono. Ni más ni menos que los grandes éxitos de las fiestas de pueblo: Juanito Valderrama, Manolo Escobar, Paquito el Chocolatero, y otros muchos y variados artistas y exitazos.

Domingo 20. 23 horas. Fin de trayecto

Tras realizar una ruta turística por los pueblos de Valencia para dejar a la gente en casa, un servidor llega a casa completamente destrozado por el fin de semana, pero con ganas de repetir la experiencia.