miércoles, 22 de octubre de 2008

Hace el mejor tiempo en una maratón, pero NO GANA!!!!!

El título es bastante descriptivo por sí solo. No obstante, el resto del post es una traducción resumida del artículo publicado por el San Franciso Chronicle el pasado día 21 de Octube. El texto original está en este enlace.

Había más de 20.000 corredores en la Maratón Nike Femenina de San Francisco (celebrada el 19 de Octubre de 2008) y, Arien O’Connell, una profesora de quinto grado de 24 años corrió más rápido que ninguna otra mujer.

Pero no ganó.

Y no es que sea muy complicada la cosa: hay una línea de salida, una de meta y un reloj. Disparas la pistola para dar la salida y la primera persona al final del trayecto es la ganadora.

Sin embargo, tal y como los comisarios de la maratón le dijeron a O’Connell, la cosa no funciona así.

Mientras que O’Connell había hecho la mejor carrera de su vida y cubierto el recorrido más rápido que cualquier otra mujer, le dijeron que no podía ser declarada ganadora porque no había competido con el grupo de élite, a cuál se le dio la salida 20 minutos antes.

….

O’Connell, que se describe a sí misma como “una corredora bastante buena”, nunca había roto la barrera de las 3 horas en las cinco maratones que había corrió previamente. Pero tan pronto como comenzó a las 7 a.m. de domingo, supo que ese era su día. De hecho, cuando cruzó la línea de meta 26.2 millas más tarde, su tiempo de 2:55:11 fue tan inesperado que lloró de la emoción. En declaraciones posteriores comentó: “he mejorado mi mejor tiempo en casi 12 minutos, es una locura”

En la ceremonia de entrega de premios, el clan de los O’Connell quedó estupefacto tan pronto como los mejores tiempos fueron anunciados y las corredoras de “elite” subía al podio para recoger sus trofeos. “Primero anunciaron el tercer tiempo y yo pensé que había sido más rápida. Luego, anunciaron el segundo puesto y, otra vez, yo había sido más rápida. Finalmente, anunciaron el primer puesto (3:06) y, hey, yo había sido más rápida que el primer puesto también.”

Para estar completamente segura, O’Connell se dirigió a los jueces y le pidió a uno de ellos que le mostrara su tiempo oficial en el ordenador. Y allí estaba, 11 minutos más rápido que el de la ganadora oficial.

Nadie sabía exactamente qué hacer, ya que los trofeos habían sido entregados y los resultados oficiales anunciados. Los organizadores estaban deseando que todo pasara rápidamente. Según las declaraciones de Tanya Lopez, la responsable de relaciones de Nike, “a estas alturas, ya hemos declarado nuestro ganador”.

Incluso algunos jueces insinuaron a O’Connell que la culpa era toda suya por no haberse inscrito como corredora de élite. ¿De manera que era culpa suya? O’Connell simplemente estaba siendo modesta. “Soy una buena corredora, pero nunca me he considerado una corredora de élite”.

La teoría aplicada es muy sencilla: como las salidas del grupo de élite y del resto de corredoras no se realizó al mismo tiempo, son dos carreras distintas. La corredora que va en cabeza de la competición de élite no tiene ningún medio para saber que está compitiendo contra otra persona.

Pero al final, O’Connell no ganó.

Escrito por C.W. Nevius

En fin, que cada uno saque sus propias conclusiones.

viernes, 17 de octubre de 2008

Altruismo en la maratón de Chicago

Un compañero de trabajo me ha mandado el enlace de una una noticia surgida en la última maratón de Chicago (celebrada el 12 de octubre). En ella se comenta la gesta de dos personas anónimas que, a falta de poco más de 50 metros de meta, y con un tiempo de unas 3 horas 20 minutos, se paran a auxuliar a otro corredor totalmente desfallecido que intenta gatear hasta meta.




Los locutores comentan la cantidad de corredores que pasan al lado de este corredor sin ni siquiera mirarlo. Pero hay algo que para mi es más indignante: estando a menos de 100 metros de meta, con la de personal de la organización que debe haber en un evento de esta categoría, que nadie salga ni siquiera a atenderlo es una vergüenza. Si en vez de un desfallecimiento es un ataque al corazón, ¿son los propios corredores los que tienen que llevar al hombre hasta las asistencias?.

sábado, 11 de octubre de 2008

Round 24: Chinchilla

Nueva carrera en el calendario popular que, sinceramente, se ha ganado mi admiración. Y es que no es fácil configurar un recorrido por estas tierras que sea tan exigente como el que los chicos de Chinchilla han conseguido: una salida brutal con bajada a tumba abierta, un terreno intermedio de recorrido rompe-piernas inagotable, subidas con pendientes comparables a las del mítico Tourmalet, kilómetros de bajada donde demostrar la técnica de cada uno, y una llegada en alto que acaba con las ilusiones de cualquiera tras más de 10 kilómetros de sufrimiento…






Sin duda, esta es la descripción que debería incluir la organización en el cartel del próximo año, pues que ha quedado niquelada, jeje. A decir verdad, la carrera era dura. Dura porque por estas tierras manchegas no hay muchas cuestas donde entrenar. Dura porque era un domingo por la mañana a primera hora (y las cervezas del día anterior no perdonan). Dura porque es la carrera 24 del calendario, que ya acumula más de 300 kilómetros en las piernas de las audaces gacelas. Dura porque definitivamente ha cambiado el tiempo y el fresquete matutino quita las ganas de levantarse siquiera. Dura porque el viento en campo abierto no da tregua. Y dura, porque la gente no sabe regular el esfuerzo, y siempre pasa lo que pasa…

En fin, que la salida en bajada es una gozada sobre todo para calentar las piernas e ir quitándose de en medio a las gacelas más lentas de la manada. Pero al llegar al tramo que sigue tras el primer kilómetro, te das cuenta de que hay que templar los ánimos y empezar a dosificar las fuerzas. Y es que más de una gacela local lo comentaba: “… el final es una trampa bastante dura, hay que guardar fuerzas…”. Afortunado de mi que les hice caso y me dediqué del km 1 al km 5 (incluida la subida bestial de casi un kilómetro) a rodar a un ritmo medio y dejar que la gente se cebase con los repechos. Porque al llegar al km 6 comienza un terreno favorable que acaba en una bajada de más de dos km hasta el km 10 donde una persona que domine la técnica de la bajada (como yo, modestia aparte) puede conseguir buenas marcas y pasar a mucha gente: en ese tramo conseguí pasar a más de 50 personas y algunos de los que intentaron seguirme acabaron reventados en la cuneta. En cuanto a los tres últimos kilómetros, otro terreno de constantes subidas y bajadas que te dejan las piernas bonicas, y una subida final a la plaza del pueblo donde se demuestra la capacidad de dosificación de cada uno.

Resumiendo, una gran carrera (para mi la mejor junto a la de las Peñas de San Pedro) tan exigente como una media maratón, y un pueblo volcado que no paró de animar por la calles y por los caminos.

Ya tengo ganas de volver el año que viene.